ARTICULO: Por qué se pierden unas elecciones?

Por: Lic. Norberto Martínez[email protected]
              Director, NM Marketing Politico 

En el día de hoy vamos a describir las 32 razones por las cuales se pierden unas contiendas, de conformidad con lo que establecen las tácticas y estrategias del marketing político y el marketing electoral, de  cara a unas elecciones presidenciales.

De inmediato pasamos a citar la número:

01/32: Por no contar con un buen producto político o candidato, para posicionarlo en el mercado electoral.

02/32: Por no contar con buenos asesores de marketing político, marketing electoral, comunicación  y publicidad de campaña.

03/32: Por haber establecido y definido una mal estrategia de campaña.

04/32: Por el candidato no conectar, ni sintonizar con el electorado.

05/32: Por la falta de una buena oratoria y discurso político.

06/32: Por la falta de conocimientos y formación política del candidato.

07/32: Por temor y desconfianza al candidato y al partido.

08/32: Por la alta dirigencia siempre confrontar, restar y dividir.

09/32: Por seleccionar y focalizar dos frentes políticos  para sus ataques.

10/32: Por haber escogido un candidato de conducta cuestionable y altamente vulnerable.

11/32: Por no contar con una buena estructura y maquinaria electoral.

12/32: Por el desgaste de un partido con muchos años de ejercicio en el poder.

13/32: Por las insatisfacciones del partido en el gobierno.

14/32: Por no dar fiel cumplimiento al plan estratégico de marketing político.

15/32: Por el candidato tener mentalidad triunfalista, y descuidar el trabajo tesonero y persistente en la campaña.

16/32: Por adelantarse a los acontecimientos, pre seleccionando el gabinete sin haber ganado la contienda.  Eso produce un gran malestar dentro de la organización.

17/32: Por haber maltratado a algún adversario político, que le pudiera ayudar a ganar en una segunda vuelta.

18/32: Por no haber aglutinado las fuerzas políticas necesarias, a través de las alianzas con otras organizaciones.

19/32: Por haber hecho declaraciones temerarias, que provoquen un cambio en la intención del voto del elector.

20/32: Por caer en contradicción con declaraciones entre la cúpula del partido y las acciones puntuales del candidato.

21/32: Por la ambición de no querer distribuir de forma equitativa las cuotas de poder, entre las fuerzas aliadas.

22/32: Por comparecer a una campaña con una fuerza política dividida, sin coerción hemogénea o compacta.

23/32: Por no contar con un plan nacional de crecimiento estratégico, en todos los segmentos o dichos del mercado electoral.

24/32: Por no realizar periódicamente las investigaciones de mercados, para conocer sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, a través de la matriz o análisis FODA.

25/32: Por la falta de un discurso nacionalista, que resalte los símbolos patrios, el respeto a la soberanía y a los preceptos cristianos.

26/32: Por la falta de un discurso incluyente y de igualdad para todos.

27/32: Por la guerra y lucha por el poder entre grupos, tendencias y corrientes a lo interno de un partido.

28/32: Por el candidato y el partido desobedecer las recomendaciones hechas por los asesores de campaña.

29/32: Por haber agotado el presupuesto antes de que haya culminado la campaña.

30/32: Por cualquier acontecimiento inesperado, que provoque un golpe de efecto negativo a la candidatura.

31/32: Por el candidato haber perdido los debates políticos en televisión.

32/32: Por no tener una buena propuesta electoral o programa de gobierno.

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