Actividades personales me han llevado en las últimas semanas a la zona de la Capital comprendida entre las avenidas Máximo Gómez (al Oeste), 27 de Febrero (al Norte), 30 de Marzo (al Este) y George Washington (al Sur).
Encontrar espacios de aparcamiento vehicular en ese cuadrante es tarea difícil y conlleva la misma búsqueda de una aguja en un pajar. En algunos puntos la situación tiene características críticas y hay que emplearse a fondo, como por ejemplo en:
La zona que tiene como centro al Palacio Nacional, cuyo estacionamiento interno es extremadamente pequeño y los visitantes tienen que desplazarse fuera y procurar lugar de aparcamiento en calles aledañas que ahora tienen prohibiciones estrictas y vigilancia minuciosa de los agentes de Amet.
La situación es más aguda en el área donde están el Palacio de la Policía, el edificio de oficinas gubernamentales conocido como El Huacal, el Ministerio de Hacienda, el Banco Central, la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia y la Plaza de la Cultura.
Podría decirse que de cien personas que van a estos centros neurálgicos solo diez consiguen espacios para sus autos. Lo mismo está ocurriendo ahora en un lugar bien distante: el Centro de los Héroes (antigua Feria de la Paz).