MADRID.- Las efemérides patrias son actividades cívicas y elementos conservadores de las buenas costumbres de un pueblo para con su patria y tienen la encomiable labor de mantener vivo en el ciudadano el amor propio por ella, removiendo la conciencia y el recordatorio en los sucesos históricos que dieron al traste con ella.
A tal efecto la República Dominicana ha organizado lo que se denomina el mes de la Patria que empieza el 26 de enero, día del natalicio de Juan Pablo Duarte, fundador de la misma y concluye el 27 de febrero de febrero, fecha en que se conmemora la independencia nacional de 1844. Durante ese período se llevan a cabo en el territorio nacional un calendario de actividades orientadas en afianzar el sentimiento patriótico. En tal sentido, las misiones diplomáticas y consulares hacen lo propio, pero no lo suficiente.
Hemos leído en la prensa que el Consulado General de la República Dominicana en Madrid, no ha obtenido por segunda vez consecutiva los permisos oficiales correspondientes para realizar un desfile por la dominicanidad en la céntrica Avenida Bravo Murillo (En Cuatro Caminos) y en las mismas declaraciones se pueden leer que parte de ese fracaso, tiene que ver con influencias de sectores adversos a la actual gestión Consular.
Citamos: “Fuentes de entero crédito nos aseguran que no hubo fundamento para esta negatividad, que realmente subyace una reticencia en contra de estas fiestas dominicanas. Lo que no sucede con otros colectivos. Otros especulan que sectores opuestos a la presente gestión consular han incidido en esta decisión”.
La realidad a tal negativa deberá ser oportunamente aclarada por la autoridad que corresponda, al tiempo de despolitizar la decisión oficial del Ayuntamiento de Madrid y la Delegación del Gobierno Regional.
El año pasado apoyamos la posición de la anterior gestión consular que se vio acosada por andanadas de críticas en la dirección de que el verdadero objetivo era la no celebración por motivos económicos. Esta última posición fue alimentada por sectores que hoy tienen la responsabilidad de conducir dicho evento y que ahora se han dado cuenta que no es lo mismo tocar con guitarra que con violín.
Dicho lo anterior, debemos manifestar que a las autoridades españolas les he totalmente indiferente la política doméstica de la comunidad dominicana residente en su territorio, por lo que consideramos una irresponsabilidad de quien se haya atrevido a especular y tratar de vincular esa decisión a pugnas o intereses políticos.
De igual manera exhortamos a los activistas políticos, líderes comunitarios y medios de prensa, a no utilizar con carácter político y propagandístico temas tan sagrados para el pueblo dominicano como un “Desfile por la Dominicanidad, ya que en el Reino de España hay una comunidad de cerca de 170 mil dominicanos, entre los cuales un 32% tienen nacionalidad española y están totalmente transculturizados.
En el país Ibérico, República Dominicana tiene cinco consulados rentados (Madrid, Barcelona, Canarias, Sevilla y Valencia) y seis más consulados honorarios, en Islas Baleares, (Mallorca), Alicante, Bilbao, Coruña y Zaragoza, para un total de nueve misiones consulares, pero paradójicamente sólo en Madrid y Valencia donde hay lucha política se destacan este tipo de actividades.
Dicho lo anterior, llama bastante la atención que en Cataluña (Barcelona) donde viven unos 17 mil criollos, en Sevilla con mas de 11 mil dominicanos dispersos por toda la Comunidad Andaluza y en las Islas Canarias, con alrededor de 7 mil ciudadanos, pocos se enteran de nuestras efemérides patrias.
En todo caso, eso no debería estar al criterio de un Cónsul específico, sino de la Embajada Dominicana quien tiene jurisdicción nacional en todo el Reino de España y podría coordinar de forma simultanea la celebración de todos y cada uno de los actos conmemorativos a la nación, evitando de esta forma la politización de los mismos.