A 15 días de que Artur Mas firme el decreto de convocatoria delreferéndum independentista del 9 de noviembre, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, advirtió este miércoles al presidente de la Generalitat de que considera “ilegal e inconstitucional” la consulta y apuntó que sólo servirá para “fracturar aún más” la sociedad catalana.
Sánchez se reunió con el presidente catalán durante más de dos horas en el palacio de la Generalitat para exponerle lo que considera una salida política a la “encrucijada nada fácil” que vive Cataluña. La opción socialista es la reforma federal de la Constitución, que, según el líder del PSOE, implicaría un mayor reconocimiento de las competencias y de la autonomía catalanas y una mejora sensible de su sistema de financiación.
Mas escuchó esa propuesta, pero no mostró interés por explorar su viabilidad. La idea con la que salió Pedro Sánchez de la Generalitat fue que el presidente catalán se encuentra firmemente decidido a convocar a toda costa el referéndum al amparo de la ley catalana de consultas, que con toda probabilidad aprobará el Parlamento autónomo el próximo día 19.
El president no desveló al dirigente socialista qué piensa hacer si el Tribunal Constitucional suspende la convocatoria, como parece probable. Mas agradeció el ofrecimiento que le transmitió Sánchez de que el PSC se pueda convertir en socio parlamentario de CiU si el mandatario catalán rompe con Esquerra Republicana y no adelanta las elecciones, pero tampoco concretó si iba a optar por esa vía.
La propuesta socialista de reforma federal supone una “salida negociada y constructiva” frente a la falta de diálogo entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, explicó públicamente Sánchez tras la reunión. El líder socialista abogó por “superar las trincheras y los monólogos cruzados en los que se encuentran instalados” ambos mandatarios, y sostuvo que el PSOE “no puede cruzarse de brazos por el desgarro” que provoca la consulta
“Ni inmovilismo ni fractura”, defendió Sánchez, quien se mostró convencido de que “tarde o temprano se abrirá camino” la propuesta de su partido. “Nuestra hoja de ruta no es romper, sino llegar a un acuerdo y luego votar, pero no una votación [en alusión al 9-N] que fractura aún más la sociedad”, dijo. La votación que propone Sánchez versaría sobre la reforma constitucional y afectaría a todos los españoles. En paralelo, debería ir a las urnas un nuevo Estatuto de autonomía que recogiese la modificación de la Ley Fundamental. “Llevamos juntos cientos de años y hemos de decidir juntos”, enfatizó el responsable del PSOE.
Ese nuevo pacto constitucional que plantean los socialistas afecta no solo a la estructura autonómica del Estado, sino a la regeneración democrática. En este sentido, Sánchez ofreció también a Mas que CiU se incorpore a dicha negociación, porque fue una fuerza política que participó en la redacción de la Constitución. La propuesta que Sánchez relató a Mas es la misma que expuso a Rajoy en la cita que los dos mantuvieron el pasado 28 de julio en el palacio de la Moncloa. “El PSOE no es equidistante con la consulta. Nosotros creemos que no se puede hacer”, remachó.