Las controversiales posiciones políticas del presidente estadounidense Donald Trump no han sido buenas para la industria turística de ese país.
La polarización del debate político y las políticas migratorias que singularizan a los nacionales de ciertos países, han espantado a muchos visitantes, algo que los empresarios del turismo están empezando a cuantificar.
El caso de los visitantes mexicanos a Estados Unidos es un buen reflejo de esta tendencia.
En su campaña presidencial en 2016, Donald Trump llegó a tratar de violadores y adjetivos similares a los inmigrantes mexicanos.
Por eso, no es de extrañar que muchos potenciales turistas de ese país no se sientan tan bienvenidos en Estados Unidos en la era Trump.
- La Corte Suprema avala la vigencia del veto migratorio impuesto por Donald Trump a viajeros de 6 países musulmanes, Venezuela y Corea del Norte
- «Esto se va a poner peor de lo que está»: cómo afecta a los cubanos la cancelación de la emisión de visas y la alerta de viajes anunciada por Estados Unidos
Pero eso le va a costar dinero a la economía estadounidense. Cada año cerca de 70 millones de extranjeros de todas las nacionalidades llegan como turistas o visitantes temporales a Estados Unidos.
Los mexicanos son la segunda nacionalidad más representada entre los visitantes extranjeros a Estados Unidos, apenas superados por los canadienses.
Uno de cada cuatro turistas extranjeros en el país tiene pasaporte mexicano.
Y en 2017 muchos de ellos cancelaron sus visitas. Entre enero y septiembre de 2017 el número de visitantes mexicanos a Estados Unidos cayó en 6% comparado con el mismo periodo en 2016, según cifras oficiales del gobierno de EE.UU.