La política migratoria del presidente Donald Trump ya está teniendo un efecto devastador para cientos de miles de inmigrantes que llevan muchos años viviendo en el país, algunos de manera ilegal.
De acuerdo con un informe publicado este martes en Washington, en los primeros ocho meses de Trump la cantidad de detenciones en zonas diferentes a las personas ha aumentado en un 40 por ciento en comparación con el mismo período en el 2016.
Así mismo la ONG documentó, citando cifras del Departamento para la Seguridad Interna, que el número de detenidos sin antecedentes penales casi se ha triplicado con relación a aproximadamente el mismo período del año pasado.
«Human Rights Watch concluyó que el impacto de estas medidas ha sido inmediato y grave. Durante el gobierno de Trump, se llevaron a cabo un total de 110.568 detenciones en el interior del país entre el 20 de enero y el 30 de septiembre, cuando termina el año fiscal, comparadas con las 77.806 realizadas en ese mismo período durante 2016. De estas detenciones 31.888 correspondían a personas sin condenas penales, a diferencia de 11.500 en aproximadamente ese mismo período durante 2016″, dice el reporte.
Este último dato plantea un contrasentido. Cuando Trump asumió la presidencia firmó dos decretos que convirtieron en blanco de las autoridades a casi todos los indocumentados que viven en el país.
Eso porque las medidas dejaron sin efecto decretos anteriores que enfocaban las mira de las autoridades solo contra personas que habían cruzado la frontera recientemente -y por lo tanto aún estaban cerca de ella- y/o ciudadanos extranjeros acusados de cometer ciertos crímenes.