Hace más de dos meses que Fahrid y Bryce abandonaron Guinea, en el centro de África, para buscar un mejor país donde vivir.
Viajaron en avión hasta Brasil, y de allí emprendieron un periplo por autobuses, botes y a veces caminando, entre Perú, Ecuador, Colombia, Centroamérica y el sur de México.
Ahora en Tapachula, Chiapas, ciudad fronteriza con Guatemala, descansan en un hotel mientras consiguen dinero para viajar a Ciudad de México, y de allí a Estados Unidos.
«Salí de mi país por problemas políticos, estaba en un partido de oposición. Ahora estamos buscando un lugar donde podamos vivir mejor», le dice Fahrid a BBC Mundo.
Los jóvenes forman parte de una silenciosa oleada de migrantes africanos que desde hace varios meses llega a México.