Santo Domingo. – La Feria Internacional del Libro Santo Domingo FILSD2018- coronó su versión número 21 con el reconocimiento a una de las escritoras que ha brindado los mayores aportes a la gastronomía dominicana, Silvia Henríquez de Pou.
A la destacada dama de la cocina se le dedicó la última calle de la Plaza de la Cultura «Juan Pablo Duarte», donde recibió el pergamino de manos de la directora general del magno evento, y Valentín Amaro, miembro del comité organizador de la FILSD.
La vía que llevará el nombre de la escritora y chef durante un año está ubicada próximo al Teatro Nacional Eduardo Brito.
En el homenaje, también estuvieron presentes una delegación de diplomáticos de varios países, familiares, amigos y allegados de la autora.
Silvia Henríquez de Pou manifestó a los nuevos escritores y chefs a no olvidar sus raíces culinarias. “Si queremos llegar lejos y ser reconocidos mundialmente como marca país, con excelente comida, estudien, prueben y, sobre todo, trabajen con toda la inmensa gama de productos autóctonos que pueden encontrar para los más exigentes paladares”, dijo.
Henríquez de Pou culminó su breve discurso diciendo que siempre soñó con plasmar su nombre en una calle, como sus ancestros, especialmente su bisabuelo Federico Henríquez Carvajal.
La reconocida escritora recordó que amplió sus conocimientos con la lectura de libros de grandes maestros de la cocina internacional. Empezó a preparar buffets, bocadillos y postres en su casa para estar cerca de sus cinco hijos cuando estaban pequeños. Ha escrito cuatro libros, uno de ellos fue ganador en Paris como mejor receta de cocina latinoamericana.
Previo a las palabras de la escritora, Ruth Herrera, directora general de la FILSD, expresó que: “este año, uno de los espacios más populares de la FILSD ha sido el Pabellón Libro Cocina, un pabellón que quiere honrar a la cocina dominicana, reconocer una larga historia de personas que se han dedicado a cultivar y a proyectar la gastronomía dominicana, sin dejar atrás lo que son los libros que se han publicado”.
“Doña Silvia ha sido una pionera. Pero pionera es el término que se ha utilizado tradicionalmente, hoy se le llamaría una; emprendedora’ que salió del ámbito familiar para atreverse a romper barreras en una época un tanto difícil, cuando la mujer no ocupaba puestos tan trascendentes”, resaltó Herrera.
La semblanza de la escritora homenajeada del día fue leída por Arlyn Desiré Abreu, de la Centro Cultura de Santiago. Los estudiantes de la Escuela Nacional de Artes Visuales pintaron el retrato de Henríquez de Pou, bajo la dirección del profesor Jimmy Verdecía.
La destacada escritora completa su día de homenaje con un interesante conversatorio en el Pabellón de Autores Dominicanos, frente a estudiantes y talleristas; para luego pasar al Pabellón Libro Cocina a degustar de la gastronomía marca país, junto a sus familiares.