Gobiernos de todo el mundo están enfrentándose a un dilema inédito: después de semanas de órdenes de cuarentena que han reducido las tasas de infección, pero también han generado profundos efectos negativos en las vidas y los medios de vida de las personas, ¿cuándo y cómo pueden reabrir sus economías de manera segura?
La verdad incómoda es que no hay una respuesta fácil, y los gobiernos tienen que ponderar los beneficios y pérdidas entre los impactos negativos impuestos por las restricciones estrictas a las actividades económicas y el exponer a sus poblaciones a un virus para el que no hay vacuna, no hay un tratamiento claro y capacidad limitada para probar, rastrear y atender.
Ante desafíos tan grandes, ¿cómo podemos ayudar a los países a tomar las mejores decisiones posibles? Podemos encontrar algunas de las respuestas en América Latina.
El Banco Mundial, en colaboración con el gobierno de Colombia, está desarrollando un prototipo de tablero de preparación que ayuda a los encargados de formular políticas a monitorear casi en tiempo real la interacción de la propagación del virus, la preparación del sector de la salud para abordar nuevos grupos de infecciones y la preparación económica de los sectores para operar de manera segura.
¿Cómo funciona este tablero?
Primero, necesitamos evaluar las condiciones para comenzar a reabrir una economía.
Desde la perspectiva del sector salud:
- Las infecciones ya no deben estar extendiéndose ampliamente y debería haber una comprensión sólida de la prevalencia de las infecciones.
- Las unidades locales de salud pública deben tener en todo momento la capacidad suficiente para evaluar a los pacientes a escala, rastrear contactos en cuestión de horas para aquellos infectados, aislar a las personas infectadas y poner en cuarentena los contactos.
- El sistema de atención en salud deber ser capaz de resistir un aumento súbito de pacientes enfermos al tiempo que mantiene a sus trabajadores de primera línea a salvo de infecciones.
Desde una perspectiva de reactivación económica, los gobiernos deben considerar la capacidad de diferentes sectores económicos para mantener el distanciamiento físico y operar de manera segura , al tiempo que maximizan el impacto de la reactivación económica en la producción económica y el empleo. Comprender las variaciones locales en el alistamiento del sector salud en relación con la propagación del virus, por un lado, y la especialización económica y la dinámica de los mercados laborales locales, por otro lado, es clave para adoptar planes que maximicen el impacto de la reactivación económica en los medios de vida y la economía de las personas, mientras que minimizan una mayor propagación del virus.