ARTICULO sobre el Pacto Fiscal.

Por: Dr. Virgilio Malagon Alvarez   <[email protected]>  Para «El Mundo de los Negocios» y demas  Multimedios de The Ballester Media Group

En un Tweet reciente, el economista Haivanhoe NG Cortiñas dijo y cito:

 ¨Pensemos en fórmulas para el pacto fiscal, a fin de evitar caer en errores que provoquen estallidos sociales, con consecuencias en vidas y calidad de vida. Principios, asistir a los pobres, no tocar a la clase media y procurar recursos entre los de ingresos y patrimonio altos¨.

Este contundente párrafo engloba los pareceres mas importantes concernientes a los resultados de un Pacto Fiscal falto de equidad y equilibrio en su ejecución.

Empero, en las ciencia económicas, no siempre imperan los buenos deseos a favor del bienestar común.

Sin embargo, es precisamente  la Economía del Bienestar la que nos puede orientar en lo referente a la orientación del sistema económico vigente hacia el bienestar social.

Esta rama de las ciencias económicas se enmarca dentro de la Economía Normativa y se contrapone a la Economía Positiva.

Esta diferencia es fundamental para entender los mecanismos de equidad en las políticas fiscales.

La Positiva pretende explicar los conceptos básicos, tal y como son, la Normativa trata de explicar cómo deberían ser.

El pragmatismo que envuelve el positivismo económico es inflexible; el normativismo económico trata de imponer criterios sociales y subjetivos  para adaptar las ciencias económicas al entorno social del Bienestar.

En el positivismo económico impera el análisis empírico, en el normativismo impera la interpretación subjetiva del impacto de la anterior.

En el caso de la estructura fiscal, dentro del enfoque positivista,  sus variables están muy bien definidas y son óbice de un análisis empírico confiable. Dentro de la conceptualización del normativista se toman en consideración eventos no siempre medibles, pero que se saben que han existido, aun no sean cuantificables.

 Las interpretaciones son siempre de índole ético en lo referente a la equidad, distribución y uso de las riquezas.

Puedo darles dos ejemplos básicos de ambas:

1-Positivismo: La súbita subida de salarios afecta los Flujo de Caja de las empresas y estas se lo traspasaran a los consumidores.

2-Normativismo: El costo de la Canasta Básica Familiar ronda los RD$11,000.00, por lo tanto hay que subir los salarios.

3-Positivismo: Esquemas fiscales muy inflexibles afectan las disponibilidades de reinversión de las empresas.

4-Normativismo: Los ricos deben pagar mas impuestos para que el Estado pueda aumentar el bienestar de los pueblos.

Como podrán apreciar, la diatriba económica que generan los salarios y los impuestos es de larga data y de difícil solución equilibrada y justa.

Traje este preámbulo a colación debido a que se está en los albores de iniciar una discusión participativa (eso espero y que sea incluyente) de un Pacto Fiscal, que ojalá no tenga la misma suerte del ¨Parto Eléctrico¨.

Todo Pacto presume niveles de aceptación mayoritaria de parte de los actores que participen en él.

Como tal, un Pacto debe de tener acuerdos, tratados, ajustes, componendas, compromisos, contratos, convenios, estipulaciones, y arreglos.

Se deben evitar las rupturas, los desacuerdos y los cismas para poder convenir, acordar, concertar, negociar y avenirse en beneficio de la grandes mayorías sin el menoscabo de los sectores productivos y/o los gestores de los agentes económicos nacionales.

En otras palabras, lograr un equilibrio entre los postulados de  la economía Positiva y la Normativa.

La UNICA forma de lograr esto es a través de la abnegación y desistimiento en algunos de los intereses intrínsecos de los actores.

Una Política Fiscal moderna tampoco puede divorciarse de añejas máximas económicas como lo son el fomento del ahorro interno, la inversión focalizada , la regresividad  fiscal excesiva, la focalización del gasto y la aplicación de las normas de ética en lo referente a la formulación y ejecución de este Pacto Fiscal.

Este pacto, como instrumento de desarrollo y crecimiento debe de fomentar el equilibrio entre los ingresos y egresos del Estado dominicano, de manera que no se tenga que recurrir alegremente al endeudamiento externo, que hoy ronda por un 76% del Producto Interno Bruto; reconozco que es muy difícil, por el momento, de cerrar esta brecha, pero tenemos que lograrlo en los próximos cinco años.

En otras palabras, el equilibrio entre lo recaudado y lo gastado, dependerá de un Presupuesto de Ingresos y Egresos que refleje una política fiscal neutral e independiente.

Tal y como enfatice: ¨una Política Fiscal moderna tampoco puede divorciarse de añejas máximas económicas como lo son el fomento del ahorro interno, la inversión focalizada , la regresividad  fiscal excesiva, la focalización del gasto y la aplicación de las normas de ética en lo referente a la formulación y ejecución de este Pacto Fiscal¨. Veamos:

1-Fomento del Ahorro Interno: Sólo con un comedimiento funcional y austero, las dependencias estatales podrán salir a flote y realizar una agenda mínima de logros positivos y no superfluos.

2-La Inversión Focalizada: La política de inversión, dirigida hacia y para  los estamentos centralizados o no, del Estado dominicano, deberá estar focalizada en la generación de empleos, infraestructura vial; reparación y mantenimiento de las infraestructuras que alojan las dependencias estatales; mejoramiento de las cuencas hidrográficas y fuentes de cauces para el riego y consumo doméstico; mejoras en la red de distribución de agua potable y alcantarillados, una oferta energética confiable  y finalmente, planeamiento urbano.

3-La Regresividad Fiscal excesiva: aunque el maridaje entre los enfoques positivistas y normativos es una tarea muy difícil, se debe actuar con MUCHA cautela sobre este terreno resbaladizo e imprevisible. Lo expresado anteriormente por el economista Haivanhoe NG Cortiñas, puede resultas ser cierto en la manera que nos alejemos de la prudencia y el recato fiscal:

    A)-El Impuesto Regresivo es el que establece una relación inversa entre las tasas impositivas y la capacidad del contribuyente de honrar dicho tributo. Casi siempre se aplican a las actividades de consumo y recreación, donde la masa de contribuyentes es mayor. Verbigracia los IVA y los ITBI.

       Sin embargo, los sectores de menos ingresos NO tienen la capacidad de sustituir las actividades gravadas por otras que no lo estén. Los ricos si la tienen. Este es un punto muy importante debido a que la canasta alimenticia de la mayor parte de la población es muy deficitaria, dificultando las opciones de sustitución de esos bienes. Esto conlleva a que no se debe gravar los alimentos básicos de dicha canasta.

4-La focalización del Gasto Publico: Si bien es cierto que la inversión pública debe de ser focalizada, también lo debe ser el gasto; este también va pari-pasu con el fomento del ahorro interno. Los ahorros en los costos operacionales superfluos obligan a redimensionar el gasto publico y por ende dirigirlo a acciones para fortalecer sectorialmente al país, léase, orden público, seguridad ciudadana, mitigación de desastres, etc.

5-La aplicación de las normativas de la Ética Gubernamental. Esta impronta requiere una suprema voluntad política del Poder ejecutivo, que permee todos los estamentos del Estado Dominicano. ¨Como se es arriba, se es abajo¨.

La Ética gubernamental debe aplicarse con severidad extrema en las áreas de: contratación de personal; asignación de sueldos; asignación de viáticos; aplicación de las normativas de la Carrera de la Administración Pública; compras y contrataciones de bienes y servicios; tratados de índole geopolíticos, etc.

En resumen, el nuevo Pacto Fiscal deberá reflejar la mayoría de los argumentos desglosados aquí, para que este pueda ser un verdadero instrumento de desarrollo y crecimiento.

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