Santo Domingo, República Dominicana. El Banco Central de la República Dominicana (BCRD), en su reunión de política monetaria del mes de mayo de 2021, decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 3.00 % anual. De este modo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) permanece en 3.50 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) en 2.50 % anual.
La decisión sobre la tasa de referencia se basa en el análisis exhaustivo del impacto del COVID-19 sobre la actividad económica y la evolución futura de la inflación. En particular, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) en abril fue de 0.41 %, mientras que la inflación acumulada durante los primeros cuatro meses de 2021 fue de 2.69 %. Asimismo, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta de bienes, alcanzó 5.72 % en abril de 2021. Por otro lado, la inflación interanual asociada a la serie analítica de la nueva base (octubre 2019- septiembre 2020) se ubicó en 9.26 % en abril de 2021, en cuyo comportamiento ha incidido el efecto estadístico con respecto a la base de comparación, ya que en abril de 2020 la variación mensual del IPC fue negativa (-0.82 %).
La dinámica reciente de la inflación ha estado influenciada por choques de costos transitorios asociados a incrementos en los precios de insumos alimenticios importados, así como a mayores precios internacionales del petróleo. Es importante señalar que el sistema de pronósticos del BCRD indica que a partir del mes de junio la inflación interanual iniciaría un proceso de convergencia gradual al rango meta de 4.0 % ± 1.0 %, proyectándose que cerraría el año en torno al límite superior de la meta y se acercaría al valor central de 4.0 % en el horizonte de política monetaria, conforme se hayan disipado los referidos choques de oferta.
Esta senda proyectada para la inflación, las expectativas de los agentes económicos ancladas a la meta y la ausencia de presiones de demanda agregada, unido a la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos, otorgan el espacio suficiente para que el Banco Central continúe manteniendo niveles de liquidez adecuados que contribuyan a consolidar el proceso de recuperación económica.
En el entorno internacional, a pesar de que el panorama asociado al COVID-19 se mantiene complejo, se han logrado avances importantes en los procesos de vacunación de múltiples países, alcanzándose más de 1.8 mil millones de vacunas administradas a nivel mundial, lo que ha contribuido a perspectivas económicas más positivas. En ese sentido, Consensus Forecast ha corregido al alza su proyección de crecimiento para la economía global hasta 5.7 % en 2021.
En Estados Unidos de América (EUA), nuestro principal socio comercial, las perspectivas son cada vez más optimistas, apuntando a un crecimiento en EUA de 6.6 % para 2021, según Consensus. En efecto, la economía estadounidense se expandió en 0.4 % interanual durante el primer trimestre de 2021, impulsada por el consumo y la inversión. Asimismo, se prevé que la Reserva Federal mantenga la tasa de fondos federales en el rango de 0.0 % y 0.25 % anual durante el resto del año. Adicionalmente, la economía se ha beneficiado del programa de alivio económico para los hogares y las MIPYMES de US$1.9 billones de la administración del presidente Joseph Biden, a la vez que se han anunciado planes para mejorar la infraestructura, la salud y la educación, que contribuirían a un mayor dinamismo económico.
Por otro lado, la actividad económica en la Zona Euro se está recuperando de forma más gradual, proyectándose para 2021 una expansión de 4.2 %, influenciada por la reimposición de medidas de restricción a la movilidad y un ritmo de vacunación más lento de lo esperado. Frente a esta coyuntura, el Banco Central Europeo mantiene la tasa de depósitos overnight en -0.50 % anual, mientras implementa medidas de provisión de liquidez a través de la compra de títulos públicos y privados en el mercado secundario, así como operaciones de refinanciamiento de largo plazo.
En América Latina, las previsiones de Consensus apuntan a una expansión de 4.8 % en 2021 para la región, condicionada a que se moderen los altos niveles de contagios y las tensiones socio-políticas en economías importantes de la región. En este contexto, los bancos centrales mantienen bajas sus tasas de política monetaria y continúan implementando paquetes significativos de provisión de liquidez y de financiamiento al sector privado.
Con relación a las materias primas, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) se situó en torno a US$65 dólares el barril en promedio durante mayo, en respuesta a una mayor recuperación de la actividad mundial. Para mitigar esta mayor demanda, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) decidió incrementar gradualmente la producción, lo que podría contribuir a una estabilización en los precios del crudo según los organismos especializados. Asimismo, los precios internacionales de algunos alimentos continúan reflejando los efectos de una mayor demanda, esperándose una ligera moderación en sus precios para el segundo semestre, según el Banco Mundial. Por otro lado, el precio promedio del oro se ubicó alrededor de US$ 1,850 dólares por onza troy en mayo, al ser utilizado como refugio de valor, lo que beneficia a la República Dominicana a través de las exportaciones de este metal.
En el entorno doméstico, el proceso de recuperación de la economía dominicana se ha acelerado, destacándose el crecimiento significativo del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) de 47.1 % interanual durante el mes de abril, siendo inclusive un 3.3 % más alto que el nivel de actividad observado en abril de 2019, previo a la pandemia. En términos acumulados, el crecimiento durante los primeros cuatro meses de 2021 se ubica en 11.5 %, influenciado por por el dinamismo de sectores con un alto encadenamiento productivo como Construcción, Manufactura Local, Zonas Francas, Comercio, entre otros.
En este contexto, se han revisado al alza las proyecciones de crecimiento económico para este año, pudiendo alcanzar una expansión en torno a 7.0 % – 8.0 %, de forma conservadora. Estas perspectivas positivas para la economía dominicana son consistentes con lo esperado por organismos internacionales, agencias calificadoras y bancos de inversión; y están apoyadas en el dinamismo de la economía mundial, el avance en el plan de vacunación y la mejoría gradual del turismo, así como en el esfuerzo coordinado de las políticas económicas para reactivar la demanda interna.
En efecto, el Banco Central ha implementado un amplio programa de estímulo monetario desde marzo de 2020 a través de la reducción en 150 puntos básicos en la tasa de política monetaria y medidas para incentivar el crédito al sector privado. En particular, se han dispuesto facilidades de liquidez en moneda nacional por unos RD$ 215 mil millones (cerca de 5 % del Producto Interno Bruto), con el objetivo de fomentar el financiamiento y las reestructuraciones de deuda, habiéndose canalizado por medio de los intermediarios financieros más de 90 mil préstamos. Como resultado de las medidas monetarias, se ha registrado una reducción superior a los 300 puntos básicos en la tasa de interés activa promedio ponderado de la banca múltiple, mientras que los préstamos privados en moneda nacional se expanden en torno a 8.5 % interanual al cierre de mayo, continuando como una de las tasas de crecimiento más
altas de la región.
Por otro lado, se mantiene la tendencia positiva en las recaudaciones tributarias como un reflejo de la reactivación de la demanda interna. Asimismo, el Gobierno ha puesto en marcha distintos planes de apoyo a los sectores productivos, tales como el turismo, la agricultura, la industria y las exportaciones, además del inicio de importantes proyectos de inversión pública. La reactivación esperada en el gasto de capital, junto a las medidas de estímulo monetario y al avance en los planes de vacunación, deberán contribuir a una mayor recuperación de la actividad económica en los próximos trimestres.
En el sector externo, se mantiene el alto dinamismo de las remesas familiares y de las exportaciones de zonas francas que crecieron 130.6 % y 108.1 % interanual en abril, respectivamente; mientras que el turismo se recupera gradualmente, acumulando una llegada de pasajeros superior al millón de turistas en los primeros cuatro meses del año. Se espera que las actividades del sector externo continúen con este buen desempeño durante el resto del año, beneficiadas por el repunte de la economía de EUA y por la implementación de medidas de estímulo fiscal en ese país.
Los niveles de reservas internacionales se mantienen elevados, por encima de los US$ 12 mil millones, equivalentes a una cobertura de aproximadamente 15 % del PIB y unos 7.5 meses de importaciones, superiores a las métricas recomendadas internacionalmente. Esta posición fuerte de reservas y la mejoría en el flujo de divisas han contribuido a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio, reflejada en una ausencia de presiones cambiarias durante el presente año.
El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos. En ese sentido, la institución se mantendrá dando especial seguimiento al impacto del COVID-19 sobre la economía dominicana, encontrándose preparada para continuar reaccionando de forma oportuna ante factores que puedan poner en riesgo el objetivo de inflación y afectar la estabilidad macroeconómica.