¿El comienzo o el final?

Por Félix Santana García

Es frecuente escuchar que lo importante no es como se comienza sino como se terminan las tantas actividades que desarrolla el ser humano en la faz de la tierra.

La biblia también expresa que los últimos serán los primeros y el pueblo común dice que los primeros en llegar tomaran agua limpia.

Son muchos los refranes que continuamente se escuchan para referirse al accionar del hombre en sus distintas actividades, pero todas las reglas tienen sus excepciones.

El informe de ejecución presupuestaria del Gobierno Central de la República Dominicana, Enero-Marzo 2016 presentado por la Dirección General de Presupuesto.

Del mismo modo Estudios realizados por el Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES) sustentados en informaciones registradas mediante el Sistema de Información de la Gestión Financiera (SIGEF) dan cuenta de un déficit fiscal ascendente a los RD$29,493.4 millones en los primeros tres meses del presente año.

Déficit fiscal correspondiente al Gobierno Central resultante de ingresos corrientes y capital ascendentes a RD$120,015.1millones frente a gastos corrientes y de capital por RD$149,508.5 millones.

Déficit primario por RD$5,439.8 producto de  ingresos corrientes y capital de RD$120,015.1 millones menos gastos corrientes sin intereses y capital por RD$125,454.90 millones.

Economistas al servicio del oficialismo consultado sobre los déficits económico y primario no muestran ningún dejo de preocupación sobre los señalados faltantes.

Estos economistas argumentan de forma habilidosa que los referidos déficits presupuestarios no representan ningún tipo de dificultad para las finanzas del país ya que son anodinos.

Para el primer semestre ya se habla de que el déficit fiscal asciende a más de RD$40,000.0 millones que para funcionarios y relacionados del Gobierno es una suma ínfima y sumamente manejable.

Pero de lo que no se dan cuenta es que si no se incrementan los ingresos a través de una reforma fiscal sana, justa, equitativa, sobretodo honesta, sin subterfugios, y cortapisas y si no se controlan y mejoran los gastos públicos el país seguirá por un derrotero incierto en lo respecta a las finanzas públicas.

Muchos piensan que el indicado déficit fiscal será desmontado en los venideros meses mediante una política económica-financiera restrictiva  mediante menos inversiones a largo plazo y menos gastos corrientes a través del congelamiento de la nómina pública al mes de abril del cursante año.

Se sabe que en períodos electorales u otros meses pico del año los gastos salen de control muchas veces por mal manejo de la ejecución del presupuesto de la nación.

El presupuesto es importante pero más importante es la voluntad política de hacer cumplir los objetivos y metas estipulados en el documento de presupuesto.

Esto así ya que se podrá sostener que no es como se inicie la implementación del presupuesto sino como termine.

Será cierta tal aseveración pero en lo que no se está de acuerdo una vez surge el déficit fiscal es restringir la ejecución presupuestal que originalmente se había consensuado y aprobado.

Lo anterior, debido a que cada vez que se recortan los gastos, no obstante mantenerse el nivel de ingresos o haberse incrementado los mismos, son muchos los planes, programas y proyectos que se mutilan, se modifican o simplemente no se ejecutan.

Lo cual representa un atraso relevante en la ejecución presupuestal. De manera que se termine la ejecución presupuestal sin que se afecten los proyectos y por ende el avance del país en materia de realizaciones.

Es costumbre de las autoridades dominicanas generar un déficit exorbitante en un periodo del año principalmente en tiempo de elecciones y luego ajustar el gasto público a contrapelo de lograr las metas y objetivos formulados.

Ajustes forzados que dan lugar al cumpliendo del déficit fiscal previamente formulado o con un nivel de déficit mucho mayor a lo estipulado previamente infligiéndole un duro golpe a la planificación presupuestal.

El hecho de no lograr los objetivos, metas, misión y visión del Gobierno Central es una muestra más de que no se debe ejecutar el presupuesto sino a de lograrse la ejecución de los planes, programas y proyectos pues de lo contrario esto representa un retraso en el desarrollo y crecimiento económico y social del país.

Es relevante que se lleve hasta el final la ejecución del presupuesto pero de manera correcta, sin artimañas,  corrupción y sin maquillar las cifras y propósitos del presupuesto, a los fines de que dicha herramienta sea fundamental para la toma de decisiones acertadas.

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