Por Félix Santana García
A raíz del informe reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI) relativo a la consulta del Artículo IV para República Dominicana correspondiente al presente año (2017), algunos economistas se han referido específicamente a la reducción de la tasa del ITBIS, la ampliación de su base y la disminución de las exenciones, entre otras recomendaciones externadas por dicho Organismo Internacional de Financiamiento.
En tal sentido, muchas son las veces que se ha planteado que el problema de las finanzas públicas dominicanas radica en que la presión fiscal es sumamente baja y que si los ingresos tributarios aumentan el gobierno podrá hacer frente a un sinnúmero de necesidades insatisfechas de las cuales padece el pueblo más vulnerable.
Es cierto que si hay mejoría en los ingresos de los recursos que capta el gobierno mediante una disminución de las tasas de los impuestos indirectos específicamente del ITBIS, disminuyen las transferencias y las exenciones o gastos tributarios podrían desarrollarse muchos proyectos nuevos y terminarse los inconclusos así como mejorar el gasto social a favor de los más desposeídos.
Todo lo anterior muy bonito por el lado de la mejora de la captación de más recursos financieros lo cual no se ha podido lograr con creces no obstante la administración tributaria empeñarse día por día en superar los escollos que se presentan en el momento de cobrar más impuestos, pues no solo basta con incrementar los ingresos pura y simplemente, con eficientizar el aspecto de los cobros tributarios a través de caerles atrás a los pequeños y medianos negocios dando al traste con su clausura donde hay un sinnúmero de grandes empresas que también son pasibles de ser cerradas debido a la evasión y elusión de impuestos.
Podrá aumentarse la presión fiscal del país que casi ronda el 13% del Producto Bruto Interno (PIB), recibirse más recursos de préstamos, emisión de deuda, transferencias internacionales y donaciones, entre otras, pero hasta que no se controle o se elimine de cuajo lacorrupción administrativa y se evite su impunidad, supervise, regule y mejore la calidad del gasto, se estaría siempre requiriendo de más recursos ya que estos siempre son cada días más escasos
Sin interés de perjudicar a los más necesitados, es lógico o razonable de que se aplique una verdadera reforma fiscal, es decir, una mejoría tanto en los ingresos como en los gasto, de manera integral, que no solo se piense en producir una mejora en el estilo de vida de los dominicanos solo mediante un incremento de los ingresos a través de simplificar el sistema impositivo y ampliar la base tributaria, dejando a un lado la correcta administración de los gastos.
Se ha repetido hasta la saciedad que en el país hay muchos escapes de recursos, duplicidades de funciones e instituciones, privilegios de subsidios y transferencias de fondos que podrían ser eliminadas ya que hay muchas instituciones que son autosuficientes y reciben recursos del Estado cuando no deberían recibirlos ya que no cumplen con la misión social que se espera de ellas.
Son muchos los intereses particulares que se tocan en el momento de revisar los gastos del gobierno cuando de subsidios y exenciones se trata, dejando atrás el bien común. Es por ello que siempre hay obstáculos para recomendar la eliminación de los subsidios que sehacen ya innecesarios.
Por lo que, finalmente se colige, que no basta que solo se mejoren los ingresos, por la vía que sea, si no se aplica una buena política en el manejo de los gastos públicos pues se estará siempre en el mismo circulo vicioso.
Sin lugar a dudas, hay muchas permisibilidades que dan lugar a muchos privilegios los cuales se traducen en máscargas para los más necesitados los cuales pagan con un costo de vida mucho más inmanejable.
De cumplirse con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) de mejorar los ingresos mediante la disminución de la tasa del ITBIS y la disminución de las exenciones aumentarían los ingresos pero detrás de los mismos se encuentran los gastos exorbitantes que no dejarán de absorber los recursos financieros sino se pone coto a la mala administración de los mismos.
Lamentablemente se sigue jugando al gato y al ratón, no obstante las recomendaciones para su aplicación inmediata que se hacen a las autoridades de turno con buenas intenciones y que por el clientelismo político o intereses particulares no se ponen en práctica. De manera que no basta solo con el ITBIS u otros ingresos.