Por: Lic. Félix Santana García
Economista, Funcionario Público, y Profesor Universitario
Para «El Mundo de los Negocios«, «El Mundo de la Política«, y
demas Multimedios de The Ballester Business Group, Inc.
Lo atinado en toda acción humana que implique el uso de recursos financieros, es que si se desea financiar un gasto corriente o de capital, se debe primero tener o crear la fuente interna de ingresos suficientes para ello o, de lo contrario recurrir a las emisiones de deudas o las concertaciones de préstamos bancarios locales o extranjeros.
Es lamentable que algunos seres humanos a nivel individual, familiar o institucional, primero piensen en gastar sin determinar de dónde han de provenir los ingresos que les permitirá apoyar las erogaciones a realizarse.
Se habla de gastar de manera cotidiana y eficiente o con calidad. Hay gastos imprescindibles ya que sin ellos es imposible sostener las operaciones de las instituciones, individuales y familiares, pero ¿cómo, cuándo y en qué hacerlo?
Son preguntas que requieren respuestas concretas, pues no basta con disponer del dinero suficiente si no se eficientiza el uso de los recursos financieros que en la mayor parte de los casos son exiguos o muy escasos, ante tantas necesidades insatisfechas e inconmensurables del ser humano.
Realmente, el gastar con honestidad y eficiencia es un arte, no todo ser humano ni gobierno nacional o local tiene la disposición de hacer un gasto eficiente y, más cuando el dinero que se aplica no proviene del sudor propio sino del esfuerzo de sus semejantes.
Es más fácil gastar sin contemplación, cuando los recursos financieros vienen de donaciones, recaudaciones, regalos, dinero sucio u otra forma de captar dinero haciendo el menor esfuerzo.
El administrar dinero ajeno requiere de personas probas, honestas a carta cabal, competentes, eficientes y hasta en cierto punto equilibrada mentalmente.
Muchas personas al ocupar una posición pública, creen que se han sacado un premio o la loto, pues desde el cargo ven la gran y maravillosa oportunidad de hacer uso indebido del dinero de un pueblo humilde y trabajador, que cada mañana se incorpora de sus camas para entregarse a sus labores con el fin de obtener el sustento de cada día. Y más cuando ese pueblo no tiene quien lo defienda.
Ante esa situación, la población busca seleccionar un equipo de gobierno que le garantice que lo que se paga en impuestos y otras formas de ingresos públicos, estos sean bien administrados, pero mucha veces ese pueblo se equivoca y escoge personas que no piensan en el futuro de la nación, es decir, no son estadistas, son mercaderes de la política que solo piensan en el bien particular y no en el bien colectivo.
Es muy difícil que el ser humano no se corrompa ni se mare o se empalague de poder al ejercer un cargo público o privado.
Parece ser que el mismo demonio los llena de soberbia, grandeza, se obnubila y se embriagan de grandeza, prepotencia y falta de humanismo o sensibilidad social.
La actual administración de gobierno, presidida por el Lic. Luis Rodolfo Abinader Corona, ha expresado en muchas ocasiones desde que asumió el solio presidencial de la República dominicana, que en su gobierno no hay vacas sagradas, que tiene amigos pero no compinches, ni se ha pandilla tampoco.
No es extraño que en cualquier organización o agrupación de seres humanos, no haya personas de buena voluntad y personas llenas de maldades, rencorosas, envidiosas, celosas, ante el éxito de los demás y, porque no, ambiciosas que buscan alzarse con el dinero del pueblo con el propósito de conseguir movilidad social y económica.
Recientemente, el ciudadano presidente de la República, Luis Rodolfo Abinader Corona, expresó que en su gobierno no se está robando y que se hacen más obras con menos gastos.
Al resaltar que en su gestión se está administrando con eficiencia y honestidad, recordó que tiene un compromiso con la transparencia.
También informó que en su gestión de casi 13 meses ha llevado agua a más de 9,000 personas con una inversión de RD$2,000 millones, entre otros logros significativos, al tiempo de expresar que eso ha sido posible porque en su gobierno no se está robando.
Al mismo tiempo agregó, que puede aparecer un caso de corrupción, pero se puede estar seguro que no hay impunidad.
Sin duda alguna, si se gestionan de manera racional, eficiente, honesta y frugal los recursos del erario, de una empresa, individuo o un hogar, de seguro que el dinero alcanzará para hacer muchas obras, pero por el contrario, si no se tiene sentido de la economicidad, cuidando el mínimo centavo, entonces no podrá concretizarse lo que se ha presupuestado.
Es triste y penoso saber, que a muchos gobiernos se les va la mano pues se piensa en tomar el dinero para provecho personal y así no se podrían alcanzar las metas, objetivos y cumplir con la misión y visión de un Estado.
Para nadie es un secreto, que el actual presidente de la República se empeña exhaustivamente en hacer cumplir lo que prometió en tiempo de campaña electoral y así lo está haciendo.
Ante las críticas de la oposición tratando de pescar en río revuelto, a sabiendas de que cuando fueron gobiernos no daban ni leche sino lo que daban era pena, hoy se empecinan en hacer críticas sin fundamentos, pero en muchos casos la justicia que hoy es independiente les está dando la respuesta llevando al banquillo de los acusados a muchos de sus partidarios.
Hoy la oposición no tiene temas valederos para ensañarse contra el gobierno de Luis Rodolfo Abinader Corona. Si hacen alguna crítica es para entretenerse y para que se diga que hay alguna oposición.
La oposición mayoritaria no termina de recuperarse de los desmanes cometidos, los cuales fueron muchos y la población aún los tiene frescos en sus cerebros.
La exhortación de la ciudadanía hacia el gobierno de Abinader es que siga trabajando como lo ha venido haciendo, con anteojeras para no perder el rumbo honesto, eficiente, humilde y trabajador que lleva de manera exitosa. Las pruebas están ahí, a la orden del día.-.