ARTÍCULO: La agenda Económica de Biden

Por: Dr. Virgilio M. Malagón Álvarez, PhD

[email protected]

Para «El Mundo de los Negocios» y demás Multimedios de The Ballester Business & Media Group, Inc.

ARTÍCULO: La agenda Económica de Biden

Amigo Lector:

Por considerarlo de interés general, les hago un sencillo recuento del discurso pronunciado por el Asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, sobre la Renovación del Liderazgo Económico Estadounidense, en la Institución Brookings (Washington, DC). Es conveniente señalar que la estructura del mismo se ha reflejado en citas múltiples del conferencista y de interpretaciones personales mías.

I-Preámbulo

Los últimos años han sacudido la economía mundial: COVID-19; la invasión rusa de Ucrania y las sanciones resultantes; el aumento global en los precios de los alimentos; el suministro de hidrocarburantes; el aumento de las tasas de interés en todo el mundo; una desaceleración en crecimiento económico; sobreendeudamiento en varios países de ingresos bajos y medianos; preocupaciones sobre el resurgimiento de políticas comerciales proteccionistas y, recientemente, problemas en las estructuras financieras comerciales que acaparan los titulares de la prensa escrita, radial y televisiva .

 En los últimos años, también ha habido importantes iniciativas de política de los EE. UU.:

  1. Aumento del gasto federal en infraestructura, 
  2. La aplicación de una legislación para combatir el cambio climático, 
  3. Miles de millones de dólares para reforzar la capacidad de los Estados Unidos para liderar el mundo en semiconductores y otras tecnologías,
  4. Los esfuerzos privados y públicos para hacer que las cadenas de suministro sean más resistentes y, en interés de la seguridad nacional, 
  5. Límites estrictos para proporcionar a China ciertas tecnologías avanzadas, etc.

Lo anterior nos presenta las interrogantes siguientes:

1- ¿Están cambiando los supuestos que han sustentado la economía internacional durante las últimas décadas?

2- ¿Cómo competirá Estados Unidos con China en algunas cosas y cooperará con China en otras?

3- ¿Cómo afectará el aumento de las preocupaciones sobre la seguridad nacional y las relaciones económicas y comerciales de EE. UU. con otros países? 

4- ¿Puede Estados Unidos persuadir a sus aliados para que se unan a su esfuerzo por limitar las inversiones extranjeras en alta tecnología en China? 

5- ¿Qué significa “friendshoring” en la práctica? 

6- ¿Cómo deben adaptarse los organismos multilaterales a las nuevas realidades?

7- ¿Cómo enfrentar la inmigración masiva en nuestras fronteras?

NOTA: Friendshoring es una práctica comercial en la que un país obtiene las materias primas, los componentes e incluso los productos manufacturados de países que comparten sus idiosincrasias y valores. También se llama Allyshoring. 

Su objetivo es reducir la dependencia de países considerados una amenaza para la estabilidad de las cadenas de suministro. Algunos ejemplos de “friendshoring” son el acuerdo USMCA entre EE. UU., México y Canadá3, y las oportunidades potenciales para que Colombia exporte a EE. UU. y Europa4, etc. 

II-Desarrollo Temático

El jueves 27 de abril en el Centro Hutchins de Política Fiscal y Monetaria en el Brookings Institute (Washington DC), el asesor de seguridad nacional del presidente Biden, Jake Sullivan, describió la agenda de economía internacional de la administración Biden actual y la dirección de esta agenda en el futuro. 

Sullivan explicó cómo la estrategia de la administración ha sido moldeada y responde a los desafíos centrales que enfrentan los  Estados Unidos hoy. Discutió cómo, el enfoque del presidente Biden para la estrategia industrial, no es solo un imperativo de la política interna, sino que es crucial para la seguridad nacional de los EE. UU.

Además, describió los esfuerzos adicionales que la administración está llevando a cabo en su enfoque de la formulación de políticas económicas internacionales. 

A-Un poco de historia:

Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos lideró un mundo fragmentado para construir un nuevo orden económico internacional. Sacó a cientos de millones de personas de la pobreza. Sostuvo emocionantes revoluciones tecnológicas, ayudando a muchas otras naciones del mundo a alcanzar nuevos niveles de prosperidad.

Pero las últimas décadas revelaron grietas en esos cimientos. Una economía global cambiante afectó a muchos trabajadores estadounidenses y sus comunidades.

Además, una crisis financiera que sacudió a la clase media. Una pandemia que expuso la fragilidad de nuestras cadenas de suministro. Un clima cambiante que amenaza nuestras vidas y a la cadena alimentaria. Para colmo, la invasión rusa de Ucrania subrayó los riesgos de una dependencia excesiva en un monopsonio agroalimentario.

NOTA: Es aquí donde Sullivan acentúa lo siguiente: ¨Ahora es el momento para que forjemos un nuevo consenso, lidereado por los estados Unidos de Norteamérica. Para lograr un nuevo orden económico mundial¨.

B-Motivación Geopolítica:

Partiendo de la cita anterior, los Estados Unidos, bajo la presidencia de Biden, está tratando de fomentar  una estrategia industrial y de innovación moderna, a lo interno, asi como con socios de todo el mundo. 

Esto se podría lograr invirtiendo en sus fuentes de fortaleza económica y tecnológica, para promover las  cadenas de suministro globales diversificadas y resilientes, estableciendo asi  altos estándares para todo, desde trabajo y medio ambiente hasta tecnología confiable y buen gobierno, y que despliegue capital para entregar bienes públicos, como lo son el clima y la salud.

C-La Estrategia económica de Biden

Debido a que las políticas económicas internas norteamericanas  no tuvieron en cuenta las consecuencias de sus políticas económicas internacionales, esto afectó:

1)-Desarrollar capacidades para la innovación, desarrollar resiliencia, generar inclusión, en casa y con socios en el extranjero. 

2)-La capacidad de producir e innovar, y de entregar bienes públicos verbigracia, una sólida infraestructura física y digital hacia el uso de las energías limpias a gran escala.

3)- La resiliencia para soportar desastres naturales y choques geopolíticos.

4)-La inclusión para garantizar una clase media estadounidense fuerte y vibrante y mayores oportunidades para los trabajadores de todo el mundo.

5)-El surgimiento de una estrategia industrial estadounidense moderna que pueda identificar sectores específicos y estratégicos  que son fundamentales para el crecimiento económico, desde una perspectiva de seguridad nacional, donde la industria privada por sí sola no estuvo preparada para realizar las inversiones necesarias para asegurar nuestras ambiciones nacionales.

6)-Las cadenas de suministro de energía limpia que corren el riesgo de convertirse en armas de la misma manera que el petróleo en la década de 1970 o el gas natural en Europa en 2022. Entonces, a través de las inversiones en la Ley de Reducción de la Inflación y la Ley de Infraestructura Bipartidista, se están tomando medidas para garantizarlas.

7)-La factibilidad de  construir todo en el país. De ahí que, el objetivo no es la autarquía, si no la resiliencia y la seguridad en nuestras cadenas de suministro. Ahora, construir la  capacidad doméstica es el punto de partida. Pero el esfuerzo se extiende más allá de nuestras fronteras; trabajar con nuestros socios.

En Resumen: El objetivo final es una base tecno-industrial fuerte, resistente y de vanguardia en la que los Estados Unidos y sus socios afines, tanto las economías establecidas como las emergentes, puedan invertir y en la que puedan confiar juntos. Una política comercial enmarcada estrictamente dentro de  planes para reducir aún más los aranceles, la movilización de  la inversión pública y privada para una transición justa de energía limpia y un crecimiento económico sostenible. Lo anterior, generaría la creación de empleos, bien remunerados.       Además, se garantizaría la confianza, la seguridad y la apertura en nuestra infraestructura digital. 

C-Las posibles herramientas para su implementación:

1-La Administración Biden está desarrollando una nueva estrategia laboral (globalizante e inclusiva), que fomentará los derechos de los trabajadores a través de la diplomacia, inversiones mancomunadas, asistencia técnica, fideicomisos y combate a la corrupción. De esta forma, la masa laboral se expandirá, provocando niveles de consumo autosostenibles y sustentables, garantizando el suministro de bienes y servicios a precios asequibles a los ciudadanos del mundo.

NOTA: Según Sullivan: ¨la  política económica internacional, de los Estados Unidos, tiene que adaptarse al mundo tal como es, para que podamos construir el mundo que queremos. Para lograrlo, movilizáremos billones en inversiones hacia las economías emergentes, con soluciones que esos países están diseñando por su cuenta, pero con capital habilitado por una marca diferente de la diplomacia estadounidense¨.

2- Empero, se necesita actualizar los modelos operativos de los bancos, especialmente el Banco Mundial, pero también los bancos regionales de desarrollo. Necesitamos aumentar sus patrimonios  para abordar el cambio climático, las pandemias y la fragilidad y los conflictos.

3- Mas aun, tenemos que ampliar el acceso a la financiación en condiciones concesionarias y de alta calidad para los países de bajos y medianos ingresos a medida que enfrentan desafíos que se extienden más allá de las fronteras de cualquier nación.

III-Mi percepción:

Amigo Lector, evidentemente que el discurso del Señor Sullivan esta cargado de promesas y horizontes a muy largo plazo. Esto asi, debido a que los mercados están cada vez más polarizados y con el surgimiento de nuevos bloques económicos, como lo es el BRICKS, la impronta geopolítica de los Estados Unidos está muy lacerada, política y economicamente.

Además, la frontera imperial inmediata de los Estados Unidos ha sido MUY descuidada, al extremo de que ya más de 8 países de nuestra región, han puesto sus ojos en la Ruta de La Seda.

El Plan BIDENONOMICS podría ser exitoso, a lo interno, a mediado plazo, pero para lograrlo, el Establishment político de ese país, tendrá que atravesar un periodo de depuración y profilaxis que estaría pautado para el próximo año 2024. Luego, podría pensarse que el mismo podría aplicarse, más allá de sus fronteras, mucho después del 2024.