Por Felipe Lora / [email protected] / agosto de 2020
¿Quiénes recuerdan la querella interpuesta por el ex candidato a la Presidencia y presidente del Partido Alianza País, Dr. Guillermo Moreno, en contra el ex presidente Leonel Fernández por usar la FUNGLODE como máquina de lavar dinero y otras cositas que estaban descritas en el mismo Código Penal que Leonel convirtió en ley?
Todos nos recordamos de los actos de corrupción, pues estos han, están y continuarán creciendo en forma exponencial hasta que el pueblo diga “¡Basta ya!”. Es más, aquí más fácil se le olvida a un dominicano como hacer un Mangú que olvidarse de la corrupción. ¡Google sólo duró 0.43 segundos para encontrar mas de 11 millones lugares con referencia a la corrupción dominicana!
¿Recuerda usted algunos de estos términos que hicieron titulares y que colocaron a la República Dominicana, entre los países con mayor corrupción del mundo? El Álbum de la Corrupción, Banniter, Barrick Gold , Sun Land , Loma Miranda, Bahía de Las Águilas, ODEBRECHT, SUPERTUCANOS, Punta Catalina” y Los Tres Brazos, entre otros (aquí puedes encontrar una lista resumida).
Recuento histórico
Las administraciones del Balaguer fueron corruptas y también lo fue la de Antonio Guzmán Fernández, quien terminó suicidándose por su “Álbum de la Corrupción”.
Elegimos a Salvador Jorge Blanco, el único sometido y condenado por corrupción. Fraudulentamente vuelve Balaguer y dos años más tarde llegan los Morados de Leonel Fernández logrando clasificar para los “Los seis grande casos de corrupción que estremecieron al país” con su caso PEME.
Plan Renove clasificó al gobierno de Hipólito Mejía quien se salpiqueó con el caso de Banniter y “Pepe Card”.
Vuelve Leonel y los actos de corrupción son tantos que ameritaron varios “Album de Corrupción”. Entre sus actos corruptivos se encuentra la Sun Land, Aviones Tuscano, el Metro y un sin número de sobrevaluaciones.
Finalmente, el Presidente Danilo Medina, no sólo garantizó la impunidad para los corruptos anteriores, sino que cubrió la falta de fondos que produjeron los desfalcos con el doloroso y empobrecedor Paquetazo. Entre sus actos mas reconocidos están OMSA, OISOE, Los tres Brazos y Odebrecht en Planta Punta Catalina.
¿Coincidencias?
Todos estos candidatos, antes de ser elegidos Presidentes, prometieron en sus campañas electorales combatir, eliminar y hasta erradicar la corrupción por completo. Todos prometieron “Justicia” y algunos hasta amenazaron con enjuiciar a los corruptos. Todos reconocieron el daño social, económico y jurídico que la corrupción produce en nuestro país.
Pero aquí estamos. El pueblo dominicano ha “elegido” su nuevo presidente quien, como todos los anteriores, ha reconocido el daño que nos causa la corrupción y, como los anteriores, el nuevo Presidente ha anunciado que no permitirá que la corrupción quede impune prometiéndonos, como los anteriores, transparencia y ética.
Acciones y reacciones peligrosas
Ante estas promesas, muchos intelectuales, periodistas, columnistas, y medios de comunicación, ignorando nuestro patrón corruptivo, han convencido al pueblo de que esta vez es diferente. Han logrado que el pueblo se alegre del alivio que ofrece la extracción de la espina en el pulgar, olvidándose del cáncer destructor que por más 50 años lo ha estado consumiendo lentamente.
Hay otros que exageradamente han indicado que “ya se inició el cambio” y como un tío resabioso nos piden que “lo dejemos trabajar”.
El que comparte una predicción sobre hechos que afectan la felicidad y el bienestar de todo un pueblo, basándose exclusivamente en su deseo, es una persona equivocada o un agente peligroso que actúa con intenciones e intereses políticos.
Por suerte, existen en el país ciudadanos que ejercen la prudencia, ciudadanos que usan el pasado para no desbocarse precipitadamente prediciendo eventos que no reflejan las experiencias del pasado ni mucho menos las del presente. Son estas voces contra la corrupción y la impunidad que, sin beber del elixir del contagio triunfalista, velarán para que los primeros vean sus deseos convertirse en realidad.