BALANCE DE FIN DE AÑO: DIEZ SIGNOS NEGATIVOS

El balance del año 2015 debe efectuarse tomando en cuenta que constituye el último completo de una  gestión que agota su período constitucional,  pudiendo diagnosticarse con los diez signos negativos siguientes:

1. A septiembre 2015 los gastos corrientes del gobierno alcanzaban RD$ 315 mil millones (MM), consumiendo el 95% de las recaudaciones que ascendieron a RD$ 333MM. Como hubo que pagar R$65 MM por la amortización de la deuda, al gobierno le faltaron  RD$ 48 MM para cubrir sus cargas fijas por lo que tuvo que incurrir en nuevos endeudamientos para amortizar la deuda vieja asi como para invertir el mínimo peso en gastos de capital. En consecuencia, el año que termina consolida la fiscalidad deficitariaque ha caracterizado la gestión pública durante los ´-últimos períodos gubernamentales.
2. Por esta consolidación de la fiscalidad deficitaria ha proseguido la tendencia progresiva al endeudamientopor parte del gobierno habiendo alcanzado a noviembre 2015 la suma de US$ 23 801 millones, representando un incremento de US$ 4605 millones desde que el Presidente Medina asumió el gobierno. Esto significa que cada día laborable del presente gobierno se ha endeudado en US$ 5.5 millones.
3. Como resultado de la fiscalidad deficitaria y del progresivo endeudamiento, el gobierno ha tenido que captar dinero doméstico a tasas de interés elevadas que pautan el mercado financiero. En la última subasta de bonos realizada por el gobierno en septiembre, llegó a pagar una tasa de 10.66% de interés. Ante ésta tasa, los tenedores de recursos prefieren invertir enfinanciar los déficits del Estado en lugar de dedicarlo a la producción.A noviembre la deuda pública interna del gobierno (RD$370 MM) era superior a la cartera de préstamo privados para producción si exceptuamos la imprecisa partida de “otros” (RD$357 MM). Esta la última subasta fue convocada por RD$ 1000 millones, recibiéndose ofertas por sumas mas del triple: RD$ 3300 millones.
4. Como consecuencia de la atractiva tasa de interés que paga a los inversionistas, se desestimula la inversión en actividades productoras de bienes para satisfacer necesidades generándose otro déficit: el de la balanza comercial. Estamos pues ante unaeconomía especulativaque sacrifica la productiva, reflejándose en la balanza comercial. A junio del presente año, la balanza comercial venía arrojando un déficit de –US$ 3,389.5,prácticamente igual que hace una año cuando el petróleo era tres veces mas caro que como se encuentra hoy dia.
5. La economía especulativa montada por los gobiernos del PLD ha provocado además el congelamientodel empleo puesto que no genera puestos de trabajo digno y productivo. Ha dado por resultado que los niveles de desempleo abierto no han mejorado en los últimos 15 y 20 años. A abril del presente año, tanto la tasa de desocupación abierta como ampliada, 6 y 14%, respectivamente eran superior a las del año 2000, 5.8 y 13.9; incluso superior a como lo dejaron los gobiernos reformistas en 1996.
6. A este malestar social que produce el desempleo se agrega elfracaso de las políticas sociales reflejada en los precios. Desde que el presente gobierno asumió la conducción de la cosa pública hasta la fecha, se ha observado una mayor inflación en renglones mas sensibles – educación, alimentación y salud – evidenciándose por valores superiores al promedio general de la inflación no obstante disponer de enormes recursos públicos para educación (4%PBI), las visitas sorpresas para alimentación e inversiones millonarias en salud; evidenciándose el fracaso de las políticas socialesdel gobierno. El siguiente cuadro evidencia el crecimiento de los precios por grupos de Bienes y Servicios:

7. Otro gran fracaso del gobierno lo constituye la falta de concreción de los pactosque mediante los cuales había anunciado que gobernaría durante la campaña. Además del fracaso del fiscal abortado por el gobierno en el mismo 2012, y la distorsión del educativo logrado por la lucha ciudadana en torno al 4%; el eléctrico, y los planes del gobierno para solucionar el problema, están terminando en un pandemónium. El servicio eléctrico sigue siendo malo y caro a pesar de la disminución de precios petroleros. La reducción de estos precios no se refleja plenamente en tarifas por falta de implementación de reglas de la competencia que no permita que los bajos costos de generación se expresen en el precio de venta de la energía. La “solución definitiva” con plantas al carbón pregonada por el gobierno luce quimérica por sobre-costos y falta de financiamiento fundamentados en preservación ambiental.
8. Encima de ello observamos un franco proceso de estatización de la economía: A junio del presente año el consumo público crecía a un ritmo superior al doble del consumo privado. Si a ello agregamos que cerca de dos millones de personas se encuentran empleados, pensionados o subsidiados por el gobierno – o ligados a éste mediante contratos de obvras y servicios-  prácticamente todas las familias dominicanas están tocadas por las manos clientelistas del gobierno con grandes efectos distorsionadores para el sistema político.
9. Observamos una elevada precariedad en los servicios de tráfico y transporte. La negligencia e  improvisación pulula en las soluciones viales, ahora centradas en bordillos separadores de tráfico que empeoran la circulación. El transporte colectivo con unidades apropiadas al tamaño de nuestros establecimientos humanos no forma parte de las soluciones concebidas mediante vehículos pequeños y en obsolescencia  adquiridos bajo estímulos oficiales, incluyendo financiamientos; pretendiendo solucionarse con megaproyectos absurdos inversiones estatales como líneas de metros y funiculares desconectadas de otros elementos del sistema.
10. Todo ello se ve magnificado con el predominio delincuencial de nuestra sociedad  alentada por la falta de cumplimiento de las disposiciones legales relativas al régimen económico y financiero pautado en nuestra constitución, incluyendo la proscripción de la corrupción y la responsabilidad civil de funcionarios que causen daños y perjuicios a personas físicas o morales consagradas en el Titulo XI y en el capìtulo III del Titulo IV de nuestra constitución.

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