Santo Domingo, DN.- El vicepresidente del Partido Reformista Social Cristiano, ingeniero Guillermo Caram, deploro que en el ejercicio público, se perdone acciones en perjuicio de condiciones de vida de pueblos, de su mejoramiento y del sistema democrático llamado a propiciarlo, lo que resulta inapropiado por interpretarse como consagrado de procederes indeseables, convertibles en plagas endémicamente insuperables.
Al señalar sobre el controvertido tema de las 7 palabras de la Iglesia Católica, dijo que el perdón es bálsamo necesario, para aliviar cargas y liberar culpas en relaciones personales y religiosas, para alcanzar paz y sosiego, no así para pasar por alto actuaciones en contra de la paz social.
El exgobernador del Banco Central, refiere que por tal motivo, la palabra, más bien la oración, de Jesús en la cruz, “perdónales que no saben lo que hacen”, no es aplicable al ejercicio gubernamental, independientemente del grado de ignorancia o conocimiento que hayan primado en sus actuaciones.
El alto dirigente del PRSC, añade que para procurar la perfectibilidad de la democracia, resulta útil enrostrar sistemáticamente yerros cometidos, independientemente de las intenciones, inconscientes o deliberadas; que hayan inspirado el cometimiento de actuaciones gubernamentales.
«En nuestro aquí y ahora, el actual proceder gubernamental ha conformado una serie de plagas que están afectando la suerte presente y futura de la nación, no solo por la eficiencia y sostenibilidad de la democracia sino por inspirar en la ciudadanía actitudes y procederes similares» afirmó Caram.
Detalló, que en el caso del malgasto de recursos en el que, cómo, dónde, cuándo y cuánto invertir, del endeudamiento como vía para equilibrar déficit que estos provocan, del desgano y negligencia causados en los beneficiados de subsidios improductivos, inhibidores del emprendimiento y del desempeño diligente, de la abultada burocracia que obstaculiza un adecuado servicio público agravado por nóminas y nominillas sustentadas en privilegios partidistas, de las limitaciones para ser diligentes en una administración regida por favoritismos partidarios, por las repercusiones de estas negligencias para imponer disciplina y ejercer responsablemente la autoridad, por la conversión de esta irresponsabilidad en caldo de cultivo incapacitante para enfrentar delincuencia común estimulada por la impunidad ante la corrupción de cuello blanco connivenciada entre gobernantes y poderosos que suelen acompañar el malgasto, la pérdida de identidad nacional por la sumisión al endeudamiento que impide adoptar políticas domésticas-migratorias p.e.- sin presiones foráneas y la degradación de nuestra democracia vía la documentación carnetizada del clientelismo político.
Precisa que la nación no está ante diez males aislados y circunstanciales. Más bien es victima de diez malaprácticas gubernamentales que «nos están imponiendo» mediante un diseño estructurado para perpetuarlas.
Expresa que estas acciones se han convertido en plagas, que han permeado y contaminando prácticamente todas las instancias de la sociedad -instituciones, empresas, clubes organizaciones, etc.- asi como el comportamiento individual de personas; ocasionando daños potencialmente irreversible a la nación.
«El sermón de las 7 palabras pronunciado el pasado viernes santo contribuye a alertarnos sobre la necesidad de enfrentar las plagas citadas, instituidas maliciosa y deliberadamente por la presente gestión gubernamental», concluyó el dirigente político.