Ahora que los casos de diabetes van en aumento, hacerse las pruebas de detección y establecer una rutina saludable es más importante que nunca.
Nos enfrentamos actualmente a una crisis de diabetes en los Estados Unidos. Aproximadamente 1 de cada 10 estadounidenses (casi 37 millones de personas) viven con diabetes, mientras que otros 96 millones tienen prediabetes.[1] Es más, 1 de cada 5 estadounidenses con diabetes no sabe que la tiene.[2]
La alta incidencia de diabetes en este país tiene un costo significativo. Si no se controla debidamente, puede provocar muchas complicaciones como invidencia, insuficiencia renal, enfermedades cardíacas y otros trastornos.[3] La diabetes también aumenta además el riesgo de complicaciones graves, o de hospitalizaciones a causa de enfermedades respiratorias como la COVID-19 y el flu.[4],[5] Cada año, las personas que viven con diabetes invierten un promedio de $16,750 en gastos médicos, más del doble del costo típico de atención de personas sin ese padecimiento.[6]
Aunque estas estadísticas pueden ser desalentadoras, la buena noticia es que hay muchas medidas que puedes tomar para prevenir o retrasar la aparición de la diabetes y evitar las peores complicaciones. El primer paso es tan simple como visitar el Walgreens más cercano.