Santo Domingo, R.D. Septiembre 2021.– El politólogo Belarminio Ramírez Morillo afirmó que del diálogo nacional convocado por el presidente Luis Abinader no va a salir “gran cosa” porque la oposición está indispuesta con el gobierno, ya que el propósito elemental es la reforma fiscal.
Ramírez Morillo dijo que el diálogo, que es para tratar reformas estructurales a la economía y al Estado, tiene un mal comienzo por la ausencia de los cuatro principales líderes políticos de la nación.
Consideró que el escenario hubiera sido distinto si en la apertura estuviera encabezada por el presidente Abinader y sentados a su lado los ex presidentes Danilo Medina, Leonel Fernández e Hipólito Mejía, así como también, los presidentes de los partidos reconocidos por la Junta Central Electoral (JCE).
Indicó que es evidente que no existan grandes expectativas en la población para el diálogo nacional del Consejo Económico y Social y a su entender, esta actividad no aflorará resultados positivos porque comenzó con pobreza de legitimidad, que depende de los liderazgos que se involucran en la misma.
“Se está especulando mucho por qué no fue Medina, Fernández o Mejía, pienso que los tres ex presidentes de la República, que forman parte de la galería de los principales líderes políticos de la nación, no asistieron a la apertura del diálogo porque se sienten disgustados por el trato que le ha dado el gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y del presidente Abinader”, expresó el politólogo y abogado.
Entrevistado en el programa Toque Final con Julio Martínez Pozo, que se transmite por Antena 7, Ramírez Morillo reiteró que el diálogo ha comenzado mal porque el gobierno se ha comportado mal por no dar participación a la oposición, tras destacar, que ahora está compelido a una reforma fiscal, necesita de la oposición y por eso los convocó.
En ese sentido, sostuvo que desde que el presidente Abinader llegó al poder debió apostar por un pacto nacional para que la nación dominicana actuará como un sólo cuerpo en el combate al coronavirus y en la meta de recuperar la economía, pero entiende que actuó como si pertenece a un partido que maneja el Congreso, el Poder Legislativo y que ha hipotecado el país y el futuro de la nación.
“No tiene sentido una reforma constitucional en medio de una crisis sanitaria y económica que apunta a traer crisis social y política. No tiene sentido convocar una reforma constitucional, excepto que el propósito del gobierno sea utilizar la discusión de la misma para entretener a la oposición y a la ciudadanía… mientras el nivel de vida de la población se deteriora”, manifestó.
Ramírez Morillo dijo que el gobierno tiene que comenzar a pagar el dinero que tomó prestado y los intereses, y para poder hacerlo necesita más ingresos, tras informar que los empresarios van a salir de frente al gobierno porque ha construido una imagen de derrochador.
Denunció que la nómina pública ha incrementado en empleados y en costo, que han violado el procedimiento de escala salarial que establece que un puesto tiene un salario inicial y un salario tope, donde el nombrado llega después de cinco o diez años en el poder.
Agregó que este tampoco es un momento para crear más impuestos, por tanto, no es un momento de reforma fiscal que por donde quiera que la enfoquen porque a su juicio, será una muralla que va a detener el relanzamiento o la recuperación de la economía dominicana.