LOS ANGELES.- Es posible que pocas personas hayan leído el nombre de Ángel Carrasco Abinader en los créditos de dos recientes éxitos de la taquilla cinematográfica como Maleficent y Godzilla.
No es un actor ni director, pero a sus 28 años, este joven dominicano es uno de los profesionales más capacitados en el área de la Animación 3D que impresiona en los filmes de Hollywood.
A Carrasco lo contactamos por la línea telefónica, ya que reside desde hace varios años en Vancouver, Canadá. En esta ciudad labora para Gener8, una empresa que está impulsando una revolución digital en la industria del entretenimiento, cuyos trabajos han impulsado largometrajes como The Amazing Spider−Man, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 2, y Ghost Rider: Espíritu de venganza. Su larga lista de clientes incluyen las productoras Sony Pictures, Warner Bros, Twentieth Century Fox y Columbia Pictures, entre otros.
¿En qué consiste el trabajo que realizas en Gener8?
Tiene que ver con la posproducción. Hay diferentes clasificaciones, uno de ellos son los efectos especiales. El área específica que trabajé en filmes como Maleficent, Godzilla y 300: Rise of un Empire se llama «Conversión 3D» la cual va de la mano con la Animacion 3D y efectos visuales, pero es un poco diferente. Es decir, que tu labor es muy destacada dentro de esas producciones… Sí, es muy técnica también, esa sería la palabra que lo definiría. Y generalmente no es una sola persona, porque yo en Godzilla hice 10 escenas. Es un equipo que se divide por departamento en esta compañía que tiene 150 creativos.
Para poder terminar a Godzila en un año, se contrataron de 4 a 5 compañías, por ejemplo. Tenemos entendido que estudiaste arquitectura, ¿cómo llegas a esta área de la industria cinematográfica?
Estudie Arquitectura. En esa carrera existe una parte que es para crear perspectivas. 20 años atrás se dibujaba a mano pero ya, con la tecnología, los arquitectos usan los programas 3D; los mismos que se utilizan para películas, los arquitectos se lo han «robado». Esta fue la parte que siempre me atrajo, y la que estudié en Chavón, donde hay cursos que son muy de programas 3D, pero vinculados a la arquitectura. Más tarde tomé un curso en México, afincado en un programa que se llama Cinema 4D, que es para hacer 3D de películas, pero lo estaba haciendo para arquitectura. Cuando ingresé a la universidad de Vancouver (ciudad de la costa pacífica de Canadá), me fui por el lado de la animación 3D y efectos especiales, que no era necesariamente para arquitectura, pero lo que iba a aprender lo aplicaría mucho en mi carrera. Cerca de mi graduación le cogí mucho el gusto a eso de hacer animaciones 3D pero relacionado a la cinematografía, anuncios de televisión y efectos especiales, y antes de volver a República Dominicana una persona vio mi trabajo final de la universidad y me preguntó que si quería ser parte de su equipo que estaba trabajando en una película. Desde entonces, estoy ligado a esta área. Conseguí la oportunidad de entrar a la compañía en la que estoy ahora, que es una de la más grandes en su género. Trabajamos con las cintas más importantes de Hollywood. Tengo 4 años aquí y me gusta más esta área que la arquitectura. Mi deseo es seguir el camino en el que estoy ahora, los efectos especiales de animación 3D y conversión 3D.
¿Has trabajado en el mercado dominicano, cómo ve el futuro de la industria del cine de tu tierra natal?
Claro, he trabajado en algunas películas dominicanas, pero ha sido muy poco. Trabajé en un cortometraje que se llama «720», de Héctor Valdez, y en Al Sur de la Inocencia, recientemente estrenada. Creo que el mercado dominicano está creciendo, aunque no ha experimentado mucho con los efectos especiales, pero creo que al paso que va se lograrán buenas cosas, ya existen algunas compañías que están trabajando con mucha calidad.