Hacia un Nuevo Paradigma de Salud: Prevención y Eficiencia en el Gasto en Salud

En el ámbito de la atención médica, la salud preventiva y la curativa son enfoques esenciales con impactos sanitarios y económicos distintos, especialmente en términos de eficiencia del gasto en salud.

Hacia un Nuevo Paradigma de Salud: Prevención y Eficiencia en el Gasto en Salud

El sistema de salud actual opera mayormente en un modelo reactivo, tratando las necesidades inmediatas de pacientes sintomáticos. Sin embargo, datos revelan que el 10% del gasto en internaciones en Estados Unidos proviene de enfermedades potencialmente prevenibles, generando costos significativos. Las Enfermedades No Transmisibles (ENTs), prevenibles en gran medida, representan el 85% del gasto en salud y el 71% de las muertes globales anuales.

Es el momento de evolucionar hacia un nuevo modelo centrado en la prevención y la proactividad. Las campañas de vacunación son ejemplos clásicos de salud preventiva, y programas de detección temprana en el cáncer también juegan un papel crucial. La promoción de estilos de vida saludables, junto con la concientización sobre riesgos asociados, es esencial.

La ciencia del comportamiento sugiere que pequeños cambios en el entorno pueden tener un impacto significativo en las elecciones de las personas. La importancia de la salud preventiva es indiscutible, pero es crucial traducirla en acciones concretas mediante innovación y estrategias efectivas.

Una recomendación clave es posicionar el primer nivel de atención como la puerta de entrada al sistema de salud, integrándolo adecuadamente a redes de servicios especializados para garantizar una atención integral, conforme a marcos legales y políticas públicas.

La percepción de la salud como inversión, no gasto, es crucial para contribuir al desarrollo económico y obtener resultados óptimos. La inversión en salud debe reducir eventos adversos y evitar gastos adicionales para la población, maximizando beneficios y cobertura, especialmente para los considerados vulnerables.

En ADARS, entendemos que la salud no es un gasto, sino una inversión. La eficiencia en la gestión de recursos mejora las condiciones de atención y maximiza beneficios, especialmente para poblaciones vulnerables.