¿De qué manera los países pueden garantizar que los proveedores de servicios de remesas –cuyos clientes a menudo son las personas más pobres del mundo- estén mitigando el riesgo de abuso por parte de blanqueadores de dinero u organizaciones terroristas?
Esta importante pregunta se aborda en las nuevas Recomendaciones (i) del Grupo de Acción Financiera (GAFI), (i) la entidad que se dedica a establecer normas internacionales sobre la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo (LA/FT). (i)
Los países en desarrollo recibieron en 2014 más de USD 4000 millones en remesas de los emigrantes que viven en el extranjero, según estimaciones de Naciones Unidas. A menudo, las remesas son el primer servicio financiero que usan los migrantes y sus familias, de manera que es importante que las personas puedan enviar y recibir dinero con relativa facilidad y a un costo razonable. Sin embargo, los proveedores de servicios de remesas, y los Gobiernos que los supervisan, deben garantizar que no existan abusos por parte de grupos o individuos que realizan actividades ilícitas, como el lavado de dinero o el financiamiento de actos terroristas.
El GAFI denomina a los proveedores de remesas “servicios de transferencia de dinero o valores” (MVTS, por sus siglas en inglés), y en sus nuevas Recomendaciones incluye extensas explicaciones sobre los numerosos modelos de negocios que existen para este tipo de mecanismo financiero y aquellos que entregan el mejor servicio a las personas que mandan y reciben remesas.
Las Recomendaciones del GAFI tienen como propósito ayudar a los países, los operadores en el sector de MVTS, así como a los bancos que trabajan con ellos, a entender mejor un enfoque basado en los riesgos para implementar medidas en la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo (LA/FT). En resumen, esto significa que las medidas para combatir estos flagelos deberían ser acordes con los riesgos que ellos representan.
En este nuevo documento, se aclara que si bien existirían ocasiones en que los operadores del sector son objeto de abusos por parte de entidades que realizan actividades de lavado de dinero o financiamiento del terrorismo, “no se debería categorizar a todos los proveedores de MVTS como entidades intrínsecamente de alto riesgo de LA/FT”. Esto es una señal positiva para los servicios de transferencia de dinero o valores, la banca y los Gobiernos que están trabajando para prevenir una categorización generalizada que no refleje la diversidad del sector de dichos servicios.
Las Recomendaciones indican que hay numerosos factores que influyen en el riesgo general de cualquier proveedor de MVTS, entre los que se incluyen el alcance y la calidad del marco de regulación y supervisión, la implementación de controles basados en los riesgos, y otras medidas de mitigación aplicadas por proveedores individuales.
En el documento del GAFI también hay una sección titulada “Acceso de los MVTS a los servicios bancarios”, (i) lo que confirma la creciente preocupación por el hecho que los bancos están terminando sus relaciones comerciales con los MVTS, y constituye un reconocimiento expreso que este problema merece atención a nivel internacional. Se trata de un complemento útil y oportuno al diálogo global en curso acerca del acceso a las cuentas bancarias por parte de los proveedores de servicios de remesas. Además, se suma al estudio sobre este tema publicado (i) por el Banco Mundial en noviembre de 2015.
El Banco Mundial actúa como observador del GAFI. Dado que la mayoría de los miembros de esta entidad son países desarrollados, el Banco cumple una importante función al proveer una voz a los países en desarrollo que no forman parte del GAFI. Nuestro equipo aportó de manera activa comentarios durante el proceso de redacción de estas Recomendaciones, lo cual reviste especial importancia en el contexto de un programa de desarrollo más amplio para lograr la inclusión financiera.
En la Agenda de Acción de Addis Abeba, (i) que entrega el marco detallado para el programa de desarrollo posterior a 2015, se insta a la comunidad mundial a abordar los principales obstáculos a los constantes flujos de remesas, entre ellos la retirada de los bancos de esta línea de actividad. Estas recomendaciones contribuirán a aumentar los conocimientos entre los bancos, Gobiernos y proveedores de MVTS en su lucha por manejar los riesgos impuestos por “malos actores” en el sistema, sin afectar a las empresas legítimas.