Santo Domingo, 3 de octubre.- El ministro de Economía consideró este martes que los recientes daños humanos y materiales causados por la naturaleza a pueblos del Caribe y México, obligan a variar las estrategias políticas y los sistemas de planeación en población y desarrollo.
Al presentar en el Palacio Nacional el “Análisis de la situación poblacional de la República Dominicana” elaborado por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), Isidoro Santana estuvo acompañado por el representante de esa entidad en México, y director de país para Cuba y República Dominicana, Arie Hoekman.
Además por la representante auxiliar del Fondo en el país, Sonia Vásquez; por el viceministro de Cooperación Internacional, Inocencio García Javier; por el viceministro de política exterior multilateral del Ministerio de Relaciones Exteriores, Vinicio Tobal, y por el director general de Cooperación Multilateral, Antonio Vargas.
El estudio define entre otros resultados a la República Dominicana como país en pleno proceso de transición demográfica, debido a la reducción en las tasas de fecundidad y de mortalidad, a la tendencia a la baja en el número promedio de hijos e hijas por mujer, pero también a la permanencia de la preocupación de alta fecundidad entre adolescentes que se relaciona con la pobreza y los altos niveles de desigualdad social.
Por tales razones la investigación sugiere destinar importantes inversiones en la educación y en la salud de los adolescentes y jóvenes, incluyendo en su salud sexual y reproductiva, y promover la creación de empleos dignos que contribuyen a un mejor cuidado de la población de adultos mayores.
Santana dijo que a su Ministerio le corresponde la gran responsabilidad de reflexionar y de variar las estrategias políticas y sistemas de planeación en población y desarrollo, debido a la grave destrucción que los recientes fenómenos naturales causaron en la región a las poblaciones, a las economías y a los sistemas de servicios públicos.
“Debemos tener conciencia que las políticas de población no deben ser orientadas solo a objetivos demográficos vinculados con el número y la distribución de la población, sino también con la calidad de vida y los derechos de las personas”, expresó.
“De no ser así, difícilmente tendremos una gobernanza exitosa en el logro de la visión, objetivos y metas de la Estrategia Nacional de Desarrollo y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en sus cuatro grandes áreas institucional, social, económico y ambiental”, agregó el funcionario, de acuerdo con un comunicado de la Unidad de Comunicaciones del Ministerio de Economía.
Subrayó que de esos grandes desafíos globales e internos en los países nació la formulación de las metas globales, y la necesidad de impulsar un desarrollo más amigable con el medio ambiente.
“También la necesidad de cerrar las brechas de la desigualdad social, la de generar un desarrollo inclusivo y la de impulsar la tolerancia que permita a la humanidad vivir en la ansiada paz que hasta ahora nunca ha alcanzado”, recalcó.
Dijo que a propósito la República Dominicana ha ido incorporándose a la reflexión y a los retos derivados de la conferencia de El Cairo de 1994 que supuso en su programa de acción poner en el foco de atención a las personas como sujetos de derechos.
Santana indicó que como parte de las capacidades alcanzadas y de los avances mencionados, el país está en la fase final de la elaboración del informe que presentará en noviembre próximo en Chile, en la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo, en el cual establecerá su posición, sus avances y retos en temas de desarrollo y población.
Finalmente declaró que se pretende que el estudio dado a conocer este martes sea, además de un diagnóstico, una guía para toma de decisiones de políticas públicas que contribuyan a reducir la pobreza y las desigualdades, a mejorar las condiciones y la calidad de vida de las personas y a empoderar a las mujeres y afianzar la igualdad de género.
Además, mejorar la salud sexual y reproductiva, reducir la mortalidad infantil y materna, el embarazo en adolescente y eliminar el matrimonio infantil, las tasas de desempleo juvenil, y combatir y controlar la epidemia del VIH-Sida.
El estudio revela que el crecimiento de la población joven económicamente activa y la baja dependencia de los adultos mayores y niños sobre esa población permitirán a la República Dominicana acelerar el desarrollo económico del país.
Para lograr ese objetivo será necesario incorporar ese “bono demográfico” a la inserción de empleos de calidad para los más jóvenes y políticas públicas que garanticen el acceso de adultos mayores a subsidios y pensiones adecuados.
La inserción laboral en jóvenes reduciría los altos niveles de pobreza e inequidad social. Actualmente la tasa de desempleo más alta se encuentra en jóvenes de 15 a 24 años, siendo las mujeres las más afectadas. Entre el 200 y 2014, los Ninis (que no trabajan ni estudian) rondan el 20% de la población.
Para reducir esta brecha se necesita generar programas de empleo rural que contengan componentes de transferencia de tecnología y micro crédito, capacitación y apoyo logístico que les permitan acceder a nuevos mercados.
Mientras que el demógrafo Carlos Brambilia, quien colaboró con el estudio, expuso el contexto de la situación poblacional en América Latina, y la consultora Gloria Ortega la presentación de los hallazgos de la investigación.