NUEVA YORK._ Murió “El General La Paloma”, probablemente el personaje más pintoresco de la comunidad dominicana en el Alto Manhattan.
La noche de ayer domingo 13 de diciembre 2015, el reconocido activista Roberto Lizardo, confirmó la luctuosa información en su página facebook, sin ofrecer detalles del fallecimiento del “general”.
Su nombre bautismal o de “pila” es desconocido para la mayoría de quienes lo conocíamos, pero él, con su característica jocosidad y usando un bigote al estilo Hitler que nunca quiso rasurarse o modificarlo, mantenía bajo estricta discreción los datos de su acto de nacimiento, incluyendo la fecha que nación.
Sus orígenes, también están en el anonimato y quería que se le recordara como era y por lo que era.
Un día, en la cuadra de la avenida Broadway, entre calles 175 y 176, que frecuentaba caminando, le pedí que hiciera una pausa en la música del radio que siempre lo acompañaba, el baile con el que divertía a cientos en las calles y sus discursos rutinarios.
Me complació y cuando le pregunté por qué se hacía llamar “El General La Paloma”, no dudó en rememorar la autoridad de Trujillo y repetir que lo acopió, para enviar el mensaje del respeto que se ha perdido en la sociedad dominicana y el mundo.
Impecablemente vestido de blanco o azul, con corbatas y solapas en las que siempre brillaron las imitaciones de medallas militares y “estrellas” de general, tampoco nunca soltaba la “tercia” o el “beeper”, un pequeño pote con el ron que también fue su fiel compañero.
La escueta información no revela la causa de la muerte, pero extraoficialmente se cree que “El General La Paloma” murió de problemas hepáticos relacionados con su adicción al alcohol.
En una actividad de la JCE en el consulado de Nueva York, le reclamó públicamente al periodista Félix Reyna, director de prensa de la junta, la ausencia de Ramón Gómez Díaz, propietario de Telemicro y Persio Maldonado, director de El Nuevo Diario.
Del primero, dijo que “es un hombre trabajador y honrado de pensamiento” y sobre Maldonado señaló que “lamento porqué el señor Persio Maldonado no se encuentra presente en esta reunión”. A Gómez Díaz, lo promovió como “próximo presidente en el 2016, junto a Margarita Cedeño como vice”.
Fue un personaje afable, carismático, empático y amigable y nunca se le conoció problemas o discusiones frontales y violentas con nadie.
Su presencia en actividades comunitarias, políticas y culturales, siempre ponía un tono de humor y sus planteamientos, aunque con la incoherencia de quienes no tienen dominio de los temas, hacían que se le pusiera atención, aunque para muchos, era para complacerlo.
Nunca faltó a los desfiles dominicanos de El Bronx y Manhattan y a veces, mostraba agudeza en sus “análisis” sobre la situación política y económica de la República Dominicana y se identificaba como balaguerista, aunque también reflejaba afinidad con el PLD, a pesar de que no siempre hablaba de sus simpatías partidarias.
Se le recordará y hará falta en esas calles turbulentas y frenéticas de Nueva York, donde quedará marcado cada paso de su vida. Nunca faltó la banderita dominicana y una flor en los trajes que lucía
Residía en un proyecto de viviendas públicas de la avenida Columbus y la calle 104.
¡Que en paz descanses General La Paloma”!