La Asociación de Industrias de Bebidas No Alcohólicas (ASIBENAS), colectivo que representa a las principales empresas de bebidas no alcohólicas en la República Dominicana, manifiesta su profunda preocupación ante la propuesta presentada por las autoridades, de un impuesto selectivo al consumo para las bebidas no alcohólicas con azúcar añadida.
Nuestro gremio reconoce la necesidad de la reforma tributaria que requiere el país, sin embargo, considera que un impuesto de estas características afectará de manera desproporcionada a una industria que impulsa la economía, genera empleos, desarrolla a toda la cadena de valor y apoya el desarrollo y fortalecimiento de los pequeños comercios.
Este impuesto significara un duro golpe para miles de familias dominicanas que verán un incremento significativo en las bebidas que consumen en el día a día y que ahora no solo pagaran ITBIS, sino que también tendrán la carga de un selectivo que podría significar un incremento de entre el 25% al 50% en algunos empaques, afectando de manera muy importante a las familias de los primeros quintiles de la población.
ASIBENAS manifiesta su total desacuerdo con la presentación de las autoridades que indicaba que gravar las bebidas estaba justificado porque son productos que consumen principalmente los hogares más ricos. Esta premisa difiere mucho de la realidad que vive la mayor parte de la población dominicana. Las bebidas no alcohólicas son parte fundamental de la canasta básica: refrescos, jugos, aguas y maltas representan una opción accesible, e inocua para los hogares de menores ingresos.
En otros países, donde se ha aplicado un impuesto similar se ha comprobado que entre el 49% y el 63% del impuesto recaudado proviene de familias en pobreza o situación de vulnerabilidad, por lo tanto, puede ser catalogado como un impuesto a los pobres y existen datos importantes que demuestran esta realidad. Si el Congreso aprueba esta medida es muy factible que la tendencia se repita y los pobres lleven la mayor cada tributaria.
En términos del efecto positivo que el sector genera en cada una de las comunidades del país, el 90% de las ventas se realizan a través de colmados y pequeños comercios. Más de 80,000 colmados en todo el país dependen de estos productos para generar ingresos, y cualquier aumento de costos afectaría directamente su subsistencia. Estos negocios son mayoritariamente familiares y constituyen un pilar económico fundamental para miles de hogares dominicanos.
En este contexto, solicitamos a las autoridades reconsiderar las propuestas fiscales por la grave incidencia que tiene en los sectores más desfavorecidos de la población y en la actividad económica de los colmados que tanta relevancia tiene para las comunidades del país. Estamos convencidos que los programas sociales anunciados no lograrán compensar los efectos socioeconómicos negativos de esta medida, bastará observar el efecto que este tipo de impuestos ha tenido recientemente en otros países.
Como industria, estamos comprometidos a trabajar en soluciones que favorezcan el desarrollo del país sin perjudicar a los sectores más vulnerables y en ser parte de la solución.