Semana de reflexión

Por Félix Santana García

En unas 144 horas aproximadamente los dominicanos y dominicanas estarán ejerciendo su derecho a elegir sus nuevas autoridades gubernamentales para el periodo 2016-2020, momento que honra la práctica democrática de elegir y ser elegido conforme la constitución de la República y el ejercicio mismo de los derechos universales del ser humano.

En casi una semana el pueblo dominicano con derecho al voto debe tomar una decisión responsable, seria, sopesada, razonada, justa, equitativa, con mucha madurez y sobre todo pensando en la salud de la patria y las nuevas generaciones de dominicanos.

Durante varios meses los dominicanos y dominicanas han tenido la paciencia de escuchar y ver las propuestas u ofertas de los candidatos de los diferentes partidos y movimientos políticos en plena campaña electoral.

Realmente han sido abrumados de mucho ruido, contenido programático y de futuras realizaciones a favor del bien común de los dominicanos. Muchos han llegado hasta ofrecer cambiar el estilo de vida del dominicano de la noche a la mañana. Todos desean lo mejor como cuando termina y se inicia un nuevo año, un nuevo amanecer.

Se han ofrecido realizaciones, objetivos y metas de futuro poco realistas en el tiempo y posibilidades financieras, otros ejerciendo la jefatura del poder gubernamental se han atrevido a ofrecer cosas que aun ellos pudieron hacer o pueden hacer y no las hacen por falta de voluntad política ya que tienen el poder a su alcance para realizarlas y no las llevan a cabo pues prefieren destinar recursos en obras que favorezcan sus intereses personales y no el interés común o general.

Los que hoy detentan el poder y ambicionan quedarse disfrutando las mieles del mismo ofrecen villas y castillas con tal de seguir en el tren gubernamental que aunque es una carga muy pesada suelen decir que es preferible arriba con presión y no abajo con depresión.

Los que hoy están arriban, sí tienen que arrodillarse con tal de seguir disfrutando de las bondades del poder darían cualquier cosa ya que desde el mismo se logran que no se obtendrían durante la existencia de un ser humano común y corriente.

Todos añoran el poder pues desde ahí se llena el ego, la vanidad y el deseo de ejercer poder sobre los demás con el fin de sentir que se he superior y disfrutar de los mejores privilegios.

Los que hoy disfrutan del poder luchan denodadamente por preservar el privilegio de accionar sin que casi se le controle o supervise y más aún cuando se actúa mal o se hace mea culpa de algún hecho indebido reñido con  lo que disponen las leyes del país a los fines de conseguir impunidad por esas acciones incorrectas.

Luchan y luchan por mantenerse en el poder para que no se le señalen mañana por algún hecho bochornoso cometido pero eso no los libra de que se les pase balance a sus obras.

El dedo acusador nunca faltará pues quien ha actuado mal debe pagar las consecuencias de sus malas acciones.

Ante tantas ofertas, demagogias, dádivas otorgadas, arreglos de calles mal asfaltadas, arreglos de cañadas y otras obras que por su premura al realizarlas no cumplen con los estándares de calidad para que permanezca en el tiempo, desvistiendo la falsa voluntad de hacer las cosas con amor a favor de las grandes mayorías.

Se aproximan las horas para que el dominicano juzgue y  falle a favor de unos u otros conforme la sinceridad de sus ofertas de lo que es capaz de llevar a cabo o de cumplir lo que tanto se prometió y no se realizó.

Los que están aún en el poder el pueblo los conoce por sus mentiras por su falta de voluntad en hacer lo que prometieron y por negligencia, falta de voluntad o demagogia no realizaron.

Los que pretenden enquistarse en el poder por ambición o seguir aprovechándose del trabajo de los demás mediante el usufructo de los recursos del erario que con mucho sacrificio el dominicano bueno y trabajador ha producido a través de muchas horas de trabajo.

Llega casi ya las 6 de la mañana del domingo 15 de mayo del presente año, momento en que los dominicanos tendrán la oportunidad de castigar a quienes por sus malas acciones no han hecho lo que durante un campaña política ofrecieron y durante cuatro años no hicieron y que hoy quieren que se le dé otra oportunidad para seguir haciendo lo mismo que han hecho, que no es más que servirse del poder para perpetuarse en el mismo.

Al pueblo dominicano se le presenta la gran oportunidad una vez más de hacer la justicia que durante cuatro años no ha podido hacer ya que solo la puede hacer mediante el voto libérrimo para remover de sus funciones a quienes han actuado mal, se han burlado de sus esperanzas y en cambio se han servido de el.

La vida le proporciona al dominicano otra cita con su destino para que con sabiduría poder escoger una nueva opción que represente un cambio de rostros, de visión de futuro, de innovaciones o modernidad, de percepción de la vida, de reestructuración, de reinventar el país, de cambiar la mala suerte del dominicano y el mal proceder de los que hoy se creen dueños y señores de la vida de cada miembro de la familia dominicana.

Ha llegado la hora del cambio, del nuevo rostro del cambio, la hora de una nueva propuesta, de la inclusión, de las nuevas oportunidades, de poner un alto a las malas acciones y al mal manejo del presupuesto  del Estado.

Llegó la hora de tomar la más importante e inteligente decisión, es la hora de la reflexión responsable y bien sopesada, la hora de elegir a Luis Abinader como presidente de la República Dominicana. Vota 15 el 15 de mayo por la mejor opción.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *