Por: Dr. Virgilio Malagon Alvarez <[email protected]>
Para «El Mundo de los Negocios» y demas Multimedios de The Ballester Media Group.
Como si fuera un monologo estructurado, deseo hacer este Voir Dire con la responsable de nuestro bienestar, o estado posible de incertidumbre, la Política Monetaria.
Los Bancos Centrales deberían tener un único mandato centrado en la estabilidad de precios.
La política monetaria afecta el gasto total, lo que los economistas llaman demanda agregada. A corto plazo, se puede mantener la economía en pleno empleo estabilizando la demanda agregada. A la larga, solo se podría afectar el poder adquisitivo de sus monedas.
Por lo tanto, cualquier cosa más allá de la estabilidad de precios es innecesaria, en el mejor de los casos, y dañina en el peor.
Existen múltiples objetivos compatibles con la estabilidad de precios. La más obvia es una meta de inflación: especificar y comprometerse de manera creíble con una senda de crecimiento del nivel de precios moderada y sostenible en el tiempo.
Otra opción es un objetivo de PIB nominal: especificar y comprometerse de manera creíble con un camino de crecimiento para el gasto total en bienes y servicios finales, dirigido a la inversión productiva y creadora de empleos.
Según ambas reglas, la velocidad a la que crece el nivel esperado en la estabilidad de precios implica una tasa de crecimiento acorde con los dos objetivos citados.
Por ejemplo, el PIB nominal de nuestro País es de unos US$110,000 millones de dólares, se podría adoptar un objetivo nivelado y consistente con un crecimiento del 5 por ciento; por ende, el PIB nominal será de unos US$115,500 millones de dólares el próximo año, y así sucesivamente.
NOTA: Al hablar en términos nominales, por el contrario, el valor de los productos es en precios actuales, es decir, teniendo en cuenta los precios que hay en el momento del estudio en el mercado, por lo que incluimos la inflación o pérdida de capacidad de compra de la moneda.
En resumen, la política monetaria mantiene el gasto total, valorado en este caso que nos ocupa, en dólares corrientes, en un curso predeterminado. El lado de la oferta de la economía (recursos naturales, mano de obra, capital, tecnología y leyes) determina el desglose entre la inflación (crecimiento de los precios) y el ingreso real (crecimiento de la producción).
Respaldada por una política monetaria estabilizadora de la demanda agregada, una economía productiva experimentará un alto crecimiento en los niveles de vida y un bajo crecimiento en los precios.
Una economía improductiva experimentará un bajo crecimiento en los niveles de vida y un alto crecimiento en los precios. Es importante destacar que nuestra política monetaria está haciendo todo lo posible en cada uno de estos dos escenarios.
Sin embargo, nuestro Banco Central pudiera mantener la economía lo más productiva posible. Pero no puede estimular el crecimiento.
Esto asi debido a que:
1-La meta de PIB nominal es compatible con la estabilidad de precios a largo plazo. En horizontes de tiempo más cortos, los shocks de oferta pueden desviar la inflación de su senda de crecimiento. Pero esto es sólo temporal.
2-Los choques de oferta adversos, como pandemias y guerras, reducen la productividad; el crecimiento cae y la inflación aumenta en respuesta a los choques de oferta. Sin embargo, las pandemias eventualmente se vuelven endémicas y las guerras eventualmente terminan.
3- Una vez que los problemas de oferta se resuelven, la inflación y el crecimiento de la producción vuelven a sus tendencias previas al shock. Si bien el nivel de precios puede ser permanentemente más alto, el crecimiento de los precios (inflación) es, me atrevo a decirlo, transitorio.
4-Cuando la inflación sube, la política monetaria inmediatamente la vuelve a bajar. Pero si esa inflación fue provocada por un shock de oferta, las autoridades monetarias se verían obligadas a contraer el gasto total para aliviar las presiones sobre los precios. El resultado es un mayor desempleo y un menor crecimiento de la producción.
Al cierre deseo aclarar lo siguiente:
En igualdad de condiciones, más inflación es peor que menos. Sin embargo, en niveles bajos, la inflación no es terriblemente costosa. Hay algunas pérdidas en forma de actualización de precios (costo/beneficio) y economía de efectivo (costo del dinero).
Pero estos costos son insignificantes. En contraste, los costos sociales (subsidios) del desempleo son mucho más severos: el capital humano se atrofia, lo que resulta en ingresos reales más bajos.
De ahí que, tanto las metas prudentes de crecimiento de la inflación como las metas de PIB nominal brindan estabilidad de precios.
NOTA: Voir Dire: En el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Canadá y, algunas veces, en los Estados Unidos hace referencia a un «juicio dentro de un juicio», una audiencia para determinar la admisibilidad de la prueba o la competencia de un testigo o jurado. Entonces, pues ¨Sea Usted el Jurado¨.